Sudán: la infancia se lleva la peor parte de la intensificación del conflicto y la hambruna

Mientras concluyo mi visita a Sudán, donde el conflicto no cesa, se ha informado de la muerte de al menos 120 personas tras los bombardeos de los días 13 y 14 de enero en Omdurman. Los primeros informes indican que había niños entre las víctimas. Pocos días antes, entre el 7 y el 8 de enero, 23 niños y niñas murieron y nueve resultaron heridos por bombardeos en el estado de Jartum. Estos son sólo algunos ejemplos de violencia desmedida contra la infancia. Desde que estalló el conflicto en abril de 2023, miles de niños han muerto o han resultado heridos, y se han reportado muchos casos de violencia sexual y reclutamiento de niños, con consecuencias devastadoras.

A medida que el conflicto se extendía a nuevas zonas entre junio y diciembre de 2024, se denunciaron más de 600 incidentes de violaciones graves contra los derechos de niños y niñas. Un abrumador 80 por ciento de esos casos fueron asesinatos y mutilaciones, principalmente en los estados de Darfur, Kordofán y Jartum.

El hambre y los brotes de enfermedades también acechan a los niños y las niñas más vulnerables en todo Sudán. Se están produciendo hambrunas en focos críticos en al menos cinco lugares: los campos de Zamzam, Abu Shouk y Al Salam, en Darfur septentrional, y en comunidades de acogida y campos para desplazados internos en las montañas Nuba occidentales. Las estimaciones indican que otras cinco zonas podrían verse afectadas de aquí a mayo, con riesgo de hambruna en otras 17 localidades, lo que amenaza la supervivencia de cientos de miles de niñas y niños desnutridos.

UNICEF calcula que 770.000 niños y niñas menores de cinco años sufrirán en 2025 la forma más mortífera de desnutrición, la desnutrición aguda grave. He visitado un centro de estabilización en Puerto Sudán, donde algunos de estos niños están recibiendo tratamiento, y he sido testigo de primera mano de lo crucial que es llegar a ellos con una atención a tiempo que les salve la vida.

Estamos haciendo todo lo posible para prestar ayuda a los niños y a sus familias en todo Sudán. En 2024, UNICEF y sus aliados prestaron servicios de orientación psicosocial, educación y protección a 2,7 millones de niños, niñas y cuidadores en Sudán. Proporcionamos agua potable a más de 9,8 millones de niños, niñas y familias, examinamos a 6,7 millones de niños en busca de casos de desnutrición y proporcionamos tratamiento vital a 422.000 de ellos.

El conflicto actual dificulta enormemente la entrega de suministros vitales en todo el país, ya que la aprobación de permisos, los puestos de control y las inspecciones de los envíos pueden retrasar drásticamente los viajes, además de los problemas de seguridad. Seguimos pidiendo al gobierno de Sudán y a todas las demás partes implicadas que ayuden a garantizar un acceso sostenido, sin obstáculos y seguro para llegar a los niños dondequiera que se encuentren en Sudán.

El fin del conflicto es la única forma de garantizar que los niños y las niñas de Sudán puedan acceder a la ayuda humanitaria que salva vidas, recuperar la sensación de seguridad y tener la oportunidad de reconstruir su futuro libre de los horrores de la guerra.