Todos los días nos preocupamos pensando en nuestro futuro, a
veces en nuestro pasado, pero nos olvidamos en disfrutar, sentir, vivir este
precioso y preciso instante en que “realmente” vivimos, ese presenta, tan corto
que no tenemos tiempo para descifrar, cuando hemos pensado en ese momento
volvemos a estar en ese preciso y precioso instante, no en el que estábamos
cuando empezamos a pensar en el tiempo que nos ocupa.
Pensemos en la velocidad que van sucediendo los hechos, en
nuestra cercanía, en nuestra lejanía. Guerras, desastres naturales, la mayoría
provocados, etc. Nos damos cuenta que poco de todo esto podemos cambiar, simplemente,
sentir, aprender de ese diminuto ahora. Todo lo demás no importa.
Todo esto me recuerda a lo que decía un gran mandatario
respecto a los problemas; “Tengo sobre la mesa tres montones de archivos, ese
pequeñito son el de los problemas que tienen solución, es pequeño porque se
solucionan y se apartan de ese montón. El segundo; hay algunos archivos más,
son los que tienen solución, pero no ahora, sino dentro de un tiempo que será
más adecuados. El tercero: Es ese grande, muchos, uno encima de los otros. Son
los que no tienen solución, por ahora, por ellos no me preocupo, no vale la
pena. En cuando uno de esos archivos tiene solución para al grupo pertinente de
los otros dos”.
Conclusión, si no tiene solución ahora, no te preocupes,
dedícate a ese preciso y precioso instante, el único existente. Todos los demás
tiempos, futuro y pasado, no existen, son ladrones de tiempo.
✍ Toni Oliver
Escritor, poeta, pensador.
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