La principal causa de que uno tenga la sensación de que el tiempo le ha pasado demasiado deprisa es que gran parte de éste no lo ha aprovechado...
Ahora bien, ¿qué es aprovechar el tiempo?
Las neurociencias nos dicen que es hacer cosas nuevas, aprender nuevas habilidades, sobre todo, si no tienen nada o poco que ver con las que ya sabíamos o teníamos.
Es curioso ver cómo muchas personas, en vez de pensar inteligentemente, lo que hacen es especializar su mente hasta parecer inteligentes en algún área en la que insistentemente se especializan... y ser inteligente no es lo mismo que tener un cerebro especializado, ni tampoco tiene el mismo efecto en el tiempo.
Podemos ser especialistas en una o varias cosas, pero no conviene serlo hasta el punto de dejar de pensar, innovar, inventar, crear o simplemente, cambiar.
Lo que roba vida a los años es que los días se parezcan demasiado.
Si estás con alguien a tu lado que es un "disco rayado" o eres esclavo de hábitos monótonos o, en muchos casos, eres muy predecible hasta para el menos versado observador... estás perdiendo vida por un colador del tiempo.
Salir del área de la conformidad y comodidad requiere voluntad, inteligencia, energía y buena gestión del tiempo.
Solo o acompañado, eso es lo menos importante: piensa organizadamente, cambia, evoluciona, aprende y trata de ser el responsable último de cada acto que cometas.
Pues quien no piensa, se pasa la vida buscando a quien culpar o, lo que es peor, el cómo excusarse ante sí mismo y los demás.
✍️ Toni Bauza
Director Contenidos
0 Comentarios