Aunque pueda parecer inmutable, es un hecho comprobado. Nuestro satélite natural está en constante movimiento. Cada año, la Luna se aleja aproximadamente 3.8 centímetros de la Tierra debido a un fenómeno conocido como frenado de marea.
Cuando las mareas se producen, la fricción entre el agua y el suelo oceánico provoca una transferencia de energía desde la Tierra hacia la Luna, la gravedad de la luna genera mareas en los océanos de la tierra. Este intercambio de energía actúa como un "empuje" que envía lentamente a la Luna a una órbita más lejana.
A largo plazo, este distanciamiento no solo afecta la duración de los días terrestres (que se alargan lentamente), sino que también influirá en cómo experimentamos los eclipses, ya que la luna parecerá más pequeña desde nuestra perspectiva.
✍ Sabías Que
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