Los tiburones tienen una capacidad sorprendente para oscurecer su piel cuando pasan mucho tiempo cerca de la superficie del agua. Este fenómeno ocurre porque su piel reacciona a la radiación ultravioleta del sol, estimulando la producción de melanina, que actúa como un protector solar natural y evita que los rayos dañen las capas internas de su piel.
Investigaciones han mostrado que los tiburones, especialmente los blancos, presentan un oscurecimiento visible tras estar expuestos al sol. Además de proteger su piel, esta adaptación podría ayudarlos a camuflarse mejor en el agua, ya que su piel más oscura les da una ventaja al ser menos visibles para sus presas o posibles amenazas.
Curiosamente, esta capacidad no es exclusiva de los tiburones. Otros animales marinos, como algunas tortugas, también presentan cambios de pigmentación debido a la exposición solar. Es una muestra más de lo increíblemente adaptados que están los tiburones a su entorno, incluso frente a los desafíos que impone la luz del sol.
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