¿Sabías que el Sol no es amarillo, sino blanco?

Cuando pensamos en el Sol, la imagen que nos viene a la mente es la de un astro amarillo o anaranjado brillando en el cielo. Sin embargo, esta percepción es una ilusión creada por nuestra atmósfera. En realidad, el Sol es blanco.

El color real del Sol

El Sol emite luz en todas las longitudes de onda del espectro visible, desde el violeta hasta el rojo. Cuando estas longitudes de onda se combinan, producen luz blanca, similar a la que emiten las lámparas de luz diurna o las bombillas LED de espectro completo.

Si observáramos el Sol desde el espacio, sin la interferencia de la atmósfera terrestre, lo veríamos como una esfera blanca brillante, en lugar del color amarillo que percibimos desde la superficie del planeta.

¿Por qué lo vemos amarillo desde la Tierra?

La clave de esta ilusión está en la dispersión de la luz en la atmósfera. La luz del Sol atraviesa una capa de gases y partículas en la atmósfera terrestre, que interactúan con las diferentes longitudes de onda de la luz. Este fenómeno se conoce como dispersión de Rayleigh, y es el mismo efecto que hace que el cielo se vea azul.

Las longitudes de onda más cortas (violeta y azul) son dispersadas más que las longitudes de onda más largas (rojo y amarillo). Como resultado, la luz que llega directamente a nuestros ojos desde el Sol tiene menos azul y más amarillo, lo que nos da la impresión de que el Sol es de este color.

Este efecto es aún más pronunciado al amanecer y al atardecer, cuando la luz solar atraviesa una mayor cantidad de atmósfera, dispersando aún más los tonos azules y dejando predominantes los colores rojos y naranjas.

¿Cómo sabemos que el Sol es realmente blanco?

Los astrónomos han confirmado que el Sol emite luz en todas las longitudes de onda del espectro visible con la misma intensidad, lo que significa que su color real es blanco. Además, los astronautas y satélites que han observado el Sol desde fuera de la atmósfera terrestre han captado imágenes que muestran que, efectivamente, es blanco.

El color amarillo del Sol es una percepción causada por la atmósfera de la Tierra. En realidad, su luz es blanca, ya que emite todas las longitudes de onda visibles por igual. Este fenómeno nos recuerda cómo nuestra percepción del mundo puede ser influenciada por nuestro entorno y la ciencia detrás de lo que vemos a diario.