Las redes generativas adversarias (GANs) pueden generar imágenes hiperrealistas de personas, paisajes o productos que jamás han existido en el mundo real. Estas IA funcionan con dos redes neuronales: una que genera imágenes y otra que las evalúa, refinando el resultado hasta que parecen auténticas.
Esto se usa en arte digital, videojuegos, diseño de moda e incluso para restaurar fotos antiguas con detalles increíble, mejorar la resolución de fotos borrosas y diseñar moda o arquitectura innovadora sin la intervención de un diseñador humano. Sin embargo, el poder de estas IA también plantea desafíos éticos, como la generación de desinformación visual o la creación de identidades falsas.
Básicamente, pueden imaginar cosas como un humano.
Las redes generativas adversarias (GANs) han revolucionado el mundo del arte digital y la inteligencia artificial. Su capacidad para generar imágenes hiperrealistas de personas, objetos y escenarios que nunca han existido es impresionante. Empresas como NVIDIA y OpenAI, han desarrollado modelos avanzados que pueden crear rostros ficticios indistinguibles de los reales, lo que se utiliza en cine, videojuegos y hasta en deepfakes.
0 Comentarios