Día Internacional en Recuerdo del Desastre de Chernóbyl

 

✍️Día Internacional/ una herida que sigue abierta

El 26 de abril se conmemora el Día Internacional en Recuerdo del Desastre de Chernóbyl, una fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas para mantener viva la memoria del peor accidente nuclear civil de la historia. Ese día de 1986, el reactor número 4 de la central nuclear de Chernóbyl, en la entonces Ucrania soviética, explotó durante una prueba de seguridad mal ejecutada, liberando una nube radiactiva que se extendió por gran parte de Europa.

Más allá de las cifras inmediatas, que siguen siendo objeto de debate —desde las víctimas directas hasta los efectos a largo plazo en la salud y el medio ambiente—, el impacto de Chernóbyl cambió para siempre la percepción mundial sobre la energía nuclear. Miles de personas fueron evacuadas, aldeas enteras desaparecieron del mapa, y generaciones posteriores heredaron no solo consecuencias físicas, sino también psicológicas y sociales.

Esta jornada de recuerdo no solo busca rendir homenaje a las víctimas, a los trabajadores de emergencia —los conocidos “liquidadores”— y a las comunidades desplazadas. También plantea una reflexión sobre los riesgos tecnológicos, la responsabilidad institucional y la necesidad de garantizar una transparencia real en la gestión de emergencias.

Casi cuatro décadas después, Chernóbyl sigue siendo símbolo de advertencia. Su zona de exclusión se ha convertido en una cápsula del tiempo, un paisaje congelado entre la ruina y la resiliencia. Las historias humanas que emergen de ese silencio radioactivo son testimonio de una tragedia que no debe repetirse.

En un contexto donde el debate energético se reaviva por la crisis climática y la geopolítica, recordar Chernóbyl es más necesario que nunca. Porque no se trata solo de mirar hacia atrás, sino de aprender, prevenir y proteger el futuro.