Día Mundial de la Marihuana

✍Día Mundial/ Entre cultura, activismo y legalización

Cada 20 de abril, miles de personas en todo el mundo conmemoran el Día Mundial de la Marihuana, también conocido como 420, una jornada que va mucho más allá del simple acto de consumir cannabis. Esta fecha, cada vez más reconocida, representa una mezcla de cultura, protesta y reivindicación en torno al uso de la marihuana, tanto recreativo como medicinal.

¿Por qué el 20 de abril?

El origen del número 420 se remonta a la década de los años 70 en California, Estados Unidos. Un grupo de estudiantes del instituto San Rafael —que se hacían llamar “Los Waldos”— se reunía cada día a las 4:20 p.m. para buscar una supuesta plantación de marihuana abandonada. Aunque nunca la encontraron, el número 420 quedó inmortalizado como una referencia al cannabis, y con el tiempo, el 20/4 (formato anglosajón) se convirtió en la fecha simbólica para su celebración global.

Una celebración global, con distintos matices

Desde Ámsterdam hasta Buenos Aires, desde Vancouver hasta Barcelona, este día se celebra con marchas, festivales, concentraciones pacíficas y actividades culturales que promueven el debate sobre la despenalización y regulación de la marihuana.

En países donde el cannabis ya ha sido legalizado o parcialmente regulado —como Canadá, Uruguay, o algunos estados de EE. UU.—, la fecha sirve para celebrar los avances. En otros, como España, donde el debate sigue vigente, se convierte en una plataforma de protesta y concienciación sobre los derechos de los consumidores y los beneficios del uso medicinal.

Más allá del recreo: Marihuana medicinal

Uno de los ejes más importantes del 420 es visibilizar el uso terapéutico del cannabis. Pacientes con enfermedades crónicas, epilepsia, dolor neuropático, o incluso cáncer, encuentran en esta planta un aliado natural para aliviar síntomas. Sin embargo, las trabas legales y el estigma cultural siguen siendo barreras en muchos países.

¿Qué se pide?

●   Regulación responsable del cannabis.
●   Acceso seguro al cannabis medicinal.
●   Fin de la criminalización de usuarios.
●   Educación y prevención desde un enfoque de reducción de riesgos.

El 420 no es solo humo: es cultura, es salud, es derecho.