✍️ Silvia Pérez — Subdirectora, sanitaria, terapeuta de animales y especialista en dietética y nutrición/
Tercera entrega
En la entrega anterior…
En la segunda entrega hablamos de los síntomas más comunes de la menopausia y cómo aliviarlos de forma natural y respetuosa con nuestro cuerpo.
Desde los sofocos y el insomnio hasta la sequedad vaginal o los cambios de humor, repasamos qué es lo que suele aparecer en esta etapa… y qué estrategias pueden ayudarnos: Infusiones, respiración, ejercicio suave, alimentación consciente, hidratación íntima, descanso y, sobre todo, escucha y paciencia con una misma.
En esta entrega, vamos a entender por qué ocurren, a quién afectan, cuánto pueden durar, y sobre todo, cómo aliviarlos
Porque sí, hay formas de sentirte mejor. Y aquí estamos para acompañarte paso a paso.
Si estás pasando por la menopausia o en plena perimenopausia, es muy probable que los hayas sentido:
Ese calor que aparece de repente, como una ola que sube por el pecho y se instala en la cara.
A veces solo dura unos segundos. Otras, te empapa en sudor.
Y sí, es incómodo, impredecible y agotador.
Pero ¿por qué ocurren realmente los sofocos?
¿Qué son los sofocos y por qué se producen?
Los sofocos (o bochornos) son una reacción del cuerpo a los cambios hormonales, especialmente a la bajada de estrógenos, que afecta al centro de control de la temperatura corporal ubicado en el cerebro (hipotálamo).
Este “termostato interno” se vuelve más sensible, interpreta que hace más calor del que realmente hay, y ordena al cuerpo enfriarse bruscamente: sudas, se te enrojece la piel, te falta el aire por segundos.
¿Qué son los estrógenos?
Cuando empiezan a bajar —como en la menopausia—, todo eso se desajusta un poco… y por eso aparecen síntomas como los sofocos, la sequedad, o los cambios de humor.
¿Le pasa a todas las mujeres?
No. Aunque es uno de los síntomas más frecuentes, no todas lo sufren, y las que sí, lo viven con distinta intensidad:
. Algunas tienen sofocos leves y esporádicos
. Otras los sufren varias veces al día y también por la noche
. Hay quienes los experimentan durante meses… y otras, durante años
Y la buena noticia es…
que en algunas mujeres los sofocos desaparecen por completo con el tiempo.
Sí, así como llegaron, también pueden irse.
A medida que el cuerpo se adapta a esta nueva etapa sin estrógenos, muchas mujeres notan que los sofocos se hacen más suaves, menos frecuentes… o simplemente desaparecen.
Es una señal de que el sistema encuentra su nuevo equilibrio.
Y aunque el proceso puede ser distinto para cada una, saber que no será para siempre, ayuda a vivirlo con más calma y esperanza.
Todo depende de la genética, el estilo de vida, el estado emocional y también del entorno (el calor exterior los empeora).
¿Cuánto pueden durar?
. En promedio, los sofocos duran entre 30 segundos y 5 minutos
. Pueden aparecer durante varios meses, o incluso persistir más de 5 años
. En general, son más intensos en los primeros años tras la última menstruación y luego disminuyen
¿Qué puedes hacer para aliviarlos?
Hay muchas maneras de reducir su frecuencia e intensidad, y muchas de ellas son naturales:
Alimentos que ayudan:
. Soja natural (no transgénica), por sus fitoestrógenos
. Semillas de lino molidas
. Verduras de hoja verde (espinacas, kale, rúcula)
. Frutas con alto contenido en agua: papaya, pepino, melón
. Grasas saludables: aguacate, frutos secos, aceite de oliva virgen extra
Conviene evitar o reducir:
. Alcohol
. Café en exceso
. Comidas muy calientes o picantes
. Bebidas azucaradas
. Ambientes cerrados o muy calurosos
Plantas e infusiones que pueden ayudar:
. Salvia: probablemente la más eficaz para sofocos y sudores nocturnos
. Maca andina: da energía y regula el sistema hormonal
. Trébol rojo: rico en fitoestrógenos
. Dong quai: planta tradicional de la medicina china (consultar antes)
. Aceite de onagra: ayuda a equilibrar las hormonas y cuida la piel
Trucos útiles para el día a día
. Vestir en capas y con ropa ligera
. Llevar un abanico o ventilador de mano
. Usar un spray de agua con menta o lavanda para refrescar cuello y cara
. Dormir con sábanas frescas y naturales (algodón o lino)
. Evitar duchas muy calientes
. Tener una almohada o antifaz con gel frío si los sofocos interrumpen el sueño
Cuidar también lo emocional
Los sofocos pueden generar ansiedad, vergüenza o frustración. Por eso también es importante:
. Normalizar lo que sientes
. Hacer pausas y descansar cuando tu cuerpo lo pida
. Incorporar respiración profunda o mindfulness para bajar la intensidad
En resumen:
Los sofocos no son una debilidad, ni una exageración.
Son una respuesta natural a un cambio profundo que tu cuerpo está atravesando.
Y aunque no podemos hacerlos desaparecer por completo, sí podemos aprender a convivir con ellos con más calma, comprensión y herramientas útiles. Mientras tanto, tómate tu tiempo, escucha tu cuerpo y recuerda: estás haciendo lo mejor que puedes.
💛Te espero en la próxima entrega, donde seguiremos profundizando en cada uno de los síntomas que nos puede ocasionar la menopausia, para entenderlos mejor, afrontarlos con más calma y descubrir formas reales de cuidarnos en esta etapa.
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Importante: si estás tomando medicación o tienes alguna condición de salud, es recomendable consultar antes con un profesional.







