✍PALDIBA/La marcha, bajo el lema 'Mallorca no se vende', denuncia la presión del turismo sobre la vivienda y el territorio
Miles de personas han salido este sábado a las calles de Palma para protestar contra los efectos de la turistificación en la isla y reclamar al Govern balear políticas contundentes que pongan freno a la saturación turística, la especulación inmobiliaria y la degradación del territorio.
Convocada bajo el lema "Mallorca no se vende", la manifestación ha recorrido el centro de la ciudad con pancartas que denunciaban la subida del alquiler, la expulsión de los residentes, la destrucción del entorno natural y la pérdida de identidad cultural. Al grito de consignas como “¡Menos turistas, más justicia!” o “Aquí vivimos, no veraneamos”, los manifestantes exigieron a las autoridades que regulen de forma más estricta el modelo turístico actual.
Durante la lectura del manifiesto, se criticó la inacción del Ejecutivo autonómico y se exigió "un cambio de rumbo que priorice el derecho a una vida digna para los residentes frente al beneficio económico de unos pocos".
La movilización, respaldada por numerosos colectivos sociales, vecinales y ecologistas, se suma a una oleada de protestas similares que han tenido lugar en otras islas del archipiélago y regiones del sur de Europa afectadas por un turismo masivo.








