El 31 de enero de 2013, Elisa Lam, una joven canadiense de 21 años, desapareció durante su estancia en el Hotel Cecil de Los Ángeles, un edificio con una oscura historia de crímenes y suicidios. Su cuerpo fue hallado dos semanas después, flotando dentro de un tanque de agua en la azotea del hotel, tras quejas de los huéspedes por el mal olor y el color del agua.
Lo que desconcierta:
● Las puertas de acceso a la azotea estaban cerradas con alarma. Solo el personal podía abrirlas.
● Para llegar al tanque, Elisa habría tenido que subir una escalera externa, abrir una pesada tapa metálica… y meterse voluntariamente en el agua.
● Lo más perturbador es un vídeo del ascensor del hotel, grabado poco antes de su desaparición. Elisa actúa de forma extraña: pulsa todos los botones, se asoma repetidamente al pasillo, hace gestos con las manos como si hablara con alguien invisible… y finalmente desaparece del cuadro.
Teorías y especulaciones:
● Trastorno mental: Elisa sufría trastorno bipolar, pero los niveles de medicación en su cuerpo eran bajos.
● Juego o reto mortal: Algunos creen que participaba en un reto viral tipo "juego del ascensor", vinculado a leyendas urbanas.
● Homicidio: A pesar de que la policía concluyó que fue un accidente, muchas preguntas siguen sin respuesta.
● Actividad paranormal: El Hotel Cecil ha sido escenario de múltiples muertes, suicidios y alojó incluso a asesinos en serie como Richard Ramírez.
Por qué sigue siendo un misterio:
● No hay pruebas claras de cómo accedió a los tanques.
● El comportamiento en el vídeo nunca fue explicado.
● La tapa del tanque estaba cerrada cuando encontraron el cuerpo, lo que hace imposible que ella la cerrara desde dentro.
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