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Carlos Alcaraz cae en la final de Wimbledon ante un imparable Jannik Sinner

 

El sueño del triplete se esfumó para Carlos Alcaraz. El murciano, vigente campeón del torneo, cayó en cuatro sets (4‑6, 6‑4, 6‑4, 6‑4) ante un extraordinario Jannik Sinner, que se coronó campeón de Wimbledon por primera vez y se convirtió en el primer italiano en lograrlo. El duelo, más mental que físico, confirmó una rivalidad que ya es el presente del tenis mundial.

Un partido de detalles y madurez

Alcaraz arrancó con fuerza, llevándose el primer set y dejando claro que no cedería fácilmente su trono en la hierba londinense. Sin embargo, Sinner ajustó su juego con precisión quirúrgica. Los siguientes tres sets se inclinaron del lado del italiano, quien mostró una solidez admirable al servicio y supo golpear en los momentos clave.

Me gustaría felicitar a Jannik. Muy merecido el trofeo, has hecho dos semanas increíbles. Estoy muy contento por ti”, expresó Alcaraz al término del partido, con deportividad y una sonrisa que disimulaba la decepción.

Rivalidad de alto voltaje

La derrota no empaña el nivel de Alcaraz ni su papel como referente del circuito. Él mismo lo reconoció después:
“Estoy orgulloso de todo lo que estoy haciendo. No ha sido fácil esta temporada, pero sigo creciendo y aprendiendo”, dijo en rueda de prensa, donde también agradeció a su equipo, a su familia y al Rey Felipe VI por su apoyo.

La rivalidad entre Sinner y Alcaraz ya es uno de los grandes atractivos del tenis post-Federer, Nadal y Djokovic.
Nuestra rivalidad es una clase aparte… es crucial para el tenis en esta nueva era”, afirmó Alcaraz con respeto hacia su verdugo.

Sinner, por su parte, rompía una racha de cinco derrotas seguidas ante el español y mostraba una mezcla de alivio y orgullo:
“Es difícil jugar contra Carlos. Te obliga a estar al máximo cada punto. Este título es muy especial”.

Reacciones desde dentro del tenis

El extenista y comentarista Álex Corretja analizó la final como un paso adelante para ambos:
“Sinner ha impuesto una estabilidad admirable. Carlos lo ha peleado todo, y esta derrota, aunque dolorosa, le despierta hambre e inquietud. Es parte de su evolución”.

Corretja también sugirió que el calendario del español podría ajustarse:
“Después de un mes tan intenso entre Londres y París, no debería ir a Toronto. Necesita parar, respirar y recuperar”.

Una derrota que engrandece

Más allá del resultado, la actitud de Alcaraz fue aplaudida por medios y aficionados. La BBC destacó su gesto de aplaudir a Sinner desde su silla, sin rencor ni frustración visible.
Es ya una costumbre en él”, comentaron, valorando su deportividad como uno de sus sellos personales.

Lo que viene

Con Wimbledon ya en el retrovisor, Alcaraz mira hacia adelante. En el horizonte están Montreal, Cincinnati y el US Open, donde buscará redimirse y seguir sumando títulos a una carrera que, pese a su juventud, ya es de leyenda.

Me siento en casa aquí. Es uno de los torneos más bonitos del mundo. Volveré más fuerte”, prometió el tenista español.


La derrota de Alcaraz en Wimbledon no es un paso atrás, sino una estación más en su camino de madurez. Sinner fue justo vencedor, pero el tenis celebra la consolidación de una rivalidad que promete marcar la próxima década. Wimbledon 2025 ya tiene su campeón, pero también dos protagonistas que engrandecen este deporte.