✍COINPE/
Las inundaciones en el centro de Texas han dejado ya al menos 68 fallecidos, incluidos 21 niños, según las autoridades locales. La tragedia, considerada la peor en la región en cuatro décadas, se ha concentrado especialmente en el condado de Kerr, donde se han confirmado 59 muertes. Las lluvias torrenciales registradas entre el 4 y el 5 de julio provocaron un desbordamiento súbito del río Guadalupe, cuya crecida alcanzó más de 8 metros en apenas unas horas.
Entre los desaparecidos figuran 11 niñas y una monitora del campamento infantil Camp Mystic, situado junto al cauce del río. Testigos afirman que fueron sorprendidos mientras dormían y no pudieron evacuar a tiempo. La ayuda ciudadana ha sido crucial para los rescates iniciales, pero la situación sigue siendo crítica por el riesgo de nuevas precipitaciones y la dificultad de acceso en varias zonas anegadas.
Hasta el momento, más de 850 personas han sido rescatadas gracias al despliegue de helicópteros, drones y equipos terrestres. El presidente Trump ha declarado el estado de desastre mayor en la zona afectada, lo que ha activado el despliegue de la FEMA. Las autoridades han advertido de que el número de víctimas podría seguir aumentando a medida que se recuperan cuerpos y se avanza en la búsqueda de desaparecidos.
El Servicio Meteorológico ha sido criticado por no activar las alertas con la antelación suficiente, un hecho que algunos expertos vinculan a los recientes recortes presupuestarios en el sistema nacional de emergencias. Mientras tanto, las labores de rescate continúan bajo condiciones meteorológicas adversas y con la población local aún en estado de shock.
.jpg)
