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| Tadej Pogacar celebra en el podio tras su nueva victoria en el Tour de Francia. Fotografía: Christophe Petit-Tesson/EPA |
Tadej Pogačar lo ha vuelto a hacer. El esloveno del UAE Team Emirates ha levantado por cuarta vez el trofeo del Tour de France, reafirmando su dominio en la carrera más prestigiosa del ciclismo mundial y entrando en el selecto grupo de los tetracampeones, junto a leyendas como Chris Froome.
Una victoria construida con ambición y talento
Desde los primeros días de competición, Pogačar dejó claro que su objetivo no era simplemente defender su título: venía a dominar. Lo demostró ya en la etapa 4, con un esprint ajustado en Rouen donde logró su victoria profesional número 100, superando a corredores como Mathieu van der Poel y Jonas Vingegaard.
“Estoy muy feliz con este resultado. El equipo trabajó de manera extraordinaria. Conseguir mi victoria número 100 en el Tour lo hace aún más especial”, comentó tras la etapa.
Pero fue en los Pirineos donde el esloveno selló su superioridad. En la etapa 12, atacó en solitario camino de Hautacam, dejando atrás a todos sus rivales. Al día siguiente, en Peyragudes, volvió a ganar en una cronoescalada brutal.
“No puedes aflojar si se te presenta una oportunidad de pelear por un triunfo de etapa. Esto es el Tour de Francia”, declaró, con gesto serio. “Nunca sabes cuándo va a ser tu último día aquí”.
Superior en todos los terrenos
A diferencia de otros años, Pogačar no dejó dudas en la contrarreloj plana de Caen. Venció con más de un minuto sobre Vingegaard, cimentando una ventaja que mantendría —e incluso ampliaría— hasta el final en París. El danés, dos veces ganador del Tour, nunca encontró respuesta ante la explosividad y regularidad del esloveno.
Al cierre de la carrera, la clasificación general reflejaba una realidad clara: Pogačar fue el mejor en todos los terrenos. Terminó con una ventaja de casi cuatro minutos y medio sobre Vingegaard, y sumó cuatro victorias de etapa, además del maillot amarillo.
La fiesta bajo la lluvia
La última etapa, como manda la tradición, fue una celebración más que una competencia. Pero la lluvia en París obligó a neutralizar los tiempos de la general cuando aún faltaban 50 kilómetros, priorizando la seguridad. Aun así, hubo espectáculo: Wout Van Aert ganó la etapa con una ofensiva espectacular en Montmartre, mientras Pogačar cruzaba la meta en calma, saboreando la gloria.
“Fue una carrera dura, pero muy bonita. Estoy agradecido con mi equipo y con la organización por su decisión bajo la lluvia. Van Aert fue increíble hoy”, dijo el campeón en los Campos Elíseos.
Un lugar entre los grandes
Con esta victoria, Pogačar alcanza su cuarto título del Tour (2020, 2021, 2024, 2025) y se consolida como uno de los grandes del ciclismo. A sus 26 años, ya acumula 103 victorias profesionales, incluyendo el Giro de Italia 2024, la Lieja-Bastoña-Lieja, el Tour de Flandes y múltiples vueltas de una semana.
Su presencia en las grandes vueltas es cada vez más dominante. El debate ahora no es si Pogačar puede igualar a Induráin o Merckx, sino cuándo lo hará.
¿Y ahora qué?
El futuro inmediato del esloveno está en el aire. Algunos medios apuntan a que podría intentar el doblete Tour–Vuelta esta temporada. Otros aseguran que se tomará un descanso antes de centrarse en el Mundial.
Lo que sí está claro es que Tadej Pogačar ya es una leyenda viva del ciclismo. Y aún no ha llegado a su techo.
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