El invento que cambió nuestras calles
Un día como hoy, pero en 1868, se instaló el primer semáforo del mundo en Londres.
Aunque rudimentario y operado manualmente con gas, marcó el inicio de un sistema que transformaría para siempre la movilidad urbana y salvaría millones de vidas.
¿Te imaginas tu ciudad sin semáforos?
Un poco de historia
– El primer semáforo fue instalado el 5 de agosto de 1868 frente al Parlamento británico
– Diseñado por J.P. Knight, un ingeniero ferroviario, se inspiró en las señales de tren
– Funcionaba con gas y palancas manuales, y tenía solo dos colores: rojo y verde
– Tras una explosión que hirió al policía que lo operaba, fue retirado… pero la idea no murió
La evolución hasta hoy
– El semáforo eléctrico moderno surgió en 1912 en Salt Lake City (EE. UU.)
– En la actualidad hay millones de semáforos regulando el tráfico en todo el mundo
– Existen incluso semáforos inteligentes, con sensores, sincronización en red y control remoto
– Algunos semáforos ya incorporan temporizadores, pictogramas animados y avisos sonoros para mejorar la accesibilidad
Más que luces: un símbolo universal
– Nos indican cuándo avanzar, detenernos o tener precaución, incluso en nuestra vida cotidiana
– Se han convertido en un símbolo universal de orden, seguridad y convivencia
– En muchos países, se aprovecha esta fecha para hacer campañas de educación vial y reducir accidentes
¿Sabías que...?
– Algunos países utilizan formas distintas: círculos, flechas o figuras
– En Japón, los semáforos verdes eran tradicionalmente azules hasta hace unas décadas
– Existen semáforos con emojis en ciudades como Viena o Barcelona
– Hay semáforos que proyectan señales en el suelo para peatones distraídos con el móvil
Hoy 5 de agosto, celebremos al semáforo.
Un pequeño gran invento que nos ayuda cada día a convivir en el espacio público.
Respétalo, entiéndelo… y ¡agradece su existencia!
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