Cuidar los lagos es preservar la vida
La importancia de los lagos es incalculable. No solo proveen agua potable y de riego, también son hábitat de una gran diversidad de especies que dependen de ellos para sobrevivir. Favorecen actividades económicas como la pesca o el turismo y, al mismo tiempo, ayudan a regular el microclima de las regiones, contribuyendo al equilibrio natural del planeta.
Sin embargo, en la actualidad los lagos se encuentran amenazados por la contaminación, la sobreexplotación, el cambio climático y la urbanización sin control. Estas presiones ponen en riesgo su biodiversidad, provocan sequías y generan desequilibrios que afectan directamente a las comunidades humanas que dependen de ellos.
Cada persona puede colaborar en la conservación de los lagos. Acciones tan sencillas como reducir el uso de plásticos, ahorrar agua, apoyar iniciativas de conservación y fomentar un turismo responsable ayudan a proteger estos ecosistemas frágiles y vitales.
Cuidar los lagos no significa únicamente conservar paisajes hermosos. Supone garantizar agua, vida y futuro para las próximas generaciones. Proteger los lagos es proteger la vida.








