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Hamás y Yihad Islámica han calificado la visita del enviado de Donald Trump, Steve Witko, a la Franja de Gaza como una “farsa mediática” destinada a desviar la atención internacional sobre las muertes de más de mil palestinos provocadas por disparos del Ejército israelí durante las caóticas entregas de ayuda de la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF). Esta organización, impulsada por EEUU e Israel, ha sido acusada por la ONU y diversas ONG de convertir sus puntos de distribución en “trampas mortales”.
Hamás afirmó en un comunicado que la visita busca “engañar a la opinión pública” y “proporcionar cobertura política para continuar con el asesinato sistemático de civiles”. Mientras Witko aplaudía la labor de la GHF, Hamás insistió en que “sus declaraciones engañosas y la propaganda difundida contrastan con los hechos sobre el terreno”.
La organización islamista acusa a la GHF de ser un instrumento para “completar una estrategia de genocidio” y señaló a Washington como “cómplice pleno del crimen de hambre y exterminio”, exigiendo a EEUU asumir su “responsabilidad histórica” e impulsar “un alto el fuego”, la “retirada del ejército de ocupación” y el “levantamiento del asedio”.
En respuesta a declaraciones de Witko sobre una posible “desmilitarización” de Hamás, el grupo aseguró que esto no ocurrirá hasta que se logre “un Estado palestino soberano con Jerusalén como capital”. “La resistencia y sus armas son un derecho nacional y legal mientras persista la ocupación”, recalcó.
Por su parte, Yihad Islámica calificó la visita como “un show en la escena de un crimen donde el culpable se disfraza de médico”, y acusó a EEUU de liderar “una campaña de desinformación” para frenar la indignación mundial. “La administración estadounidense es el socio principal de la maquinaria de matanza”, denunció, señalando la implicación directa de la administración Trump en “las matanzas, el hambre y el desplazamiento”.
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