Duodécima entrega
En la entrega anterior…
Hablamos del aumento de peso y el metabolismo lento, un cambio físico frecuente durante la menopausia que muchas veces llega sin explicación aparente, pese a mantener los mismos hábitos.
Hoy nos centramos en una consecuencia menos visible, pero igual de relevante para la salud y el bienestar íntimo: la sequedad vaginal y su impacto en las relaciones sexuales. Un tema del que se habla poco, pero que afecta a muchas más mujeres de lo que parece.
Cuando el cuerpo pide ayuda, también en la intimidad
Durante la menopausia, muchas mujeres experimentan sequedad vaginal, picor, ardor o dolor al mantener relaciones sexuales. Aunque sigue siendo un tema tabú, es una realidad física que afecta tanto la salud como la calidad de vida. En esta entrega abordamos sin rodeos qué está ocurriendo, por qué sucede y cómo se puede aliviar —sí, tiene solución—.
¿Qué es la sequedad vaginal?
- Es la pérdida de lubricación natural de la mucosa vaginal, que se vuelve más fina, seca y sensible.
- Puede provocar molestias al caminar, escozor, picor o dolor durante las relaciones.
- Si no se trata, puede evolucionar en lo que se conoce como atrofia vaginal.
¿Por qué sucede?
- La principal causa es la disminución de estrógenos durante la menopausia.
- Esto reduce la irrigación y elasticidad de la zona íntima.
- También influyen el estrés, el tabaco, algunos medicamentos y la falta de actividad sexual.
¿Cómo afecta a las relaciones sexuales?
- El coito puede volverse doloroso o directamente imposible sin lubricación.
- Muchas mujeres evitan el sexo por miedo o incomodidad, lo que crea tensión en la pareja o baja autoestima.
- Algunas creen que “es lo normal por la edad” y no consultan, cuando en realidad es tratable.
Soluciones naturales y médicas
- Lubricantes de base acuosa o de silicona (ideales para el momento del acto).
- Hidratantes vaginales de uso regular (mantienen la mucosa en buen estado).
- Estrógenos locales (en crema, óvulos o anillo vaginal), muy efectivos y con menos riesgo que los orales.
- Ácido hialurónico vaginal, una opción natural cada vez más usada.
- Aceites vegetales como el de rosa mosqueta o coco (consultar siempre con ginecólogo).
- Evitar jabones agresivos y mantener una higiene suave con productos específicos.
Truco extra: Mantener la actividad sexual (sola o en pareja) ayuda a conservar la elasticidad y circulación vaginal.
¿Cuándo consultar al médico?
- Si sientes molestias persistentes, ardor o dolor durante el sexo.
- Si notas cambios en el flujo, irritación constante o sospechas de infección.
- Si te sientes incómoda o quieres hablar de alternativas con confianza: tu ginecólogo está para eso.
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