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S.O.S. Desaparecidos: ¿protección de datos o interés político?

 


✍️ Francisco José Castillo Navarro — Director General del Grupo Periódico de Baleares, presidente fundador de AMC/

En España, la desaparición de una persona no solo abre un drama familiar, también revela un choque entre las asociaciones que llevan años ayudando y un Estado que, en lugar de sumar fuerzas, parece empeñado en centralizarlo todo bajo su control.

Con la creación del Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES), el Gobierno estableció un organismo oficial que concentra los recursos, la información y la comunicación de los casos. Sobre el papel, el objetivo es coordinar mejor. Pero la realidad plantea preguntas incómodas:

– ¿Busca realmente el Estado la mejor manera de encontrar a los desaparecidos o más bien asegurarse el control absoluto de la información?

– ¿Se trata de proteger la intimidad de las personas o de blindar un presupuesto que, en lugar de llegar a las familias y asociaciones, queda en manos de la administración?

📌 El papel de S.O.S. Desaparecidos

Durante años, S.O.S. Desaparecidos ha sido la principal referencia en España. Su trabajo, basado en la cercanía y en la rápida difusión de alertas, ha salvado vidas y dado esperanza a cientos de familias. Lo hacían sin grandes presupuestos, apoyados en voluntarios y en la fuerza de las redes sociales.

Hoy, las normativas de protección de datos les imponen limitaciones que rozan lo absurdo: ni siquiera pueden publicar fotos de personas desaparecidas sin autorización expresa, aunque la familia lo pida.

 ¿De verdad se protege así a los desaparecidos o, por el contrario, se les condena a una menor visibilidad? ¿Cómo es posible que se niegue a una familia la difusión de una imagen cuando esa imagen puede salvar la vida de su ser querido?

💰 El trasfondo económico

No es ningún secreto que centralizar la información supone también centralizar los recursos. Con el CNDES, el Estado garantiza que los presupuestos destinados a desaparecidos se canalicen solo a través de este organismo.

¿No es legítimo preguntarse si el Gobierno está más interesado en controlar la narrativa y el dinero que en velar por el bienestar de las familias? ¿Cómo explicar que una asociación como S.O.S. Desaparecidos, con años de experiencia y resultados reales, quede relegada mientras el Estado se reserva la exclusividad y los fondos?

⚖️ Una cuestión de derechos y humanidad

La paradoja es dolorosa. Se invoca la protección de datos para impedir que se publiquen fotos, pero se olvida que una imagen puede ser la clave para encontrar a alguien con vida. Se protege la intimidad de quien falta, pero ¿qué hay del derecho de su familia a movilizar todos los medios posibles para hallarlo?

Si la prioridad fuera realmente el bien de las familias y de las personas desaparecidas, ¿no debería el Estado trabajar codo con codo con las asociaciones que han demostrado eficacia? ¿Por qué competir en lugar de colaborar?

✅ En un tema tan sensible como la desaparición de personas, el Estado debería sumar y no restar, colaborar y no competir. Porque la vida y la dignidad de quienes faltan no pueden ser nunca una cuestión de poder ni de dinero.

🗣️ ¿Qué opinas tú?

¿Crees que la normativa protege realmente a las personas desaparecidas y a sus familias, o más bien responde al interés del Gobierno por controlar la información y los recursos?
Déjanos tu opinión en los comentarios y participa en este debate necesario.



FJCN