✍ Sebastián Jaume - SOCIETAT CIVIL BALEAR/
El sistema educativo de Baleares debería garantizar que al final de sus estudios los alumnos conocieran perfectamente las dos lenguas oficiales. Resulta que, para dominar totalmente una lengua, para la mayor parte de los estudiantes no es suficiente con cursar la asignatura de la lengua de que se trata, sino que solamente obtienen el dominio estudiando en esa lengua otras asignaturas. Desde luego, esto es lo que pensaban los impulsores del Decreto de mínimos en catalán, nada menos que era necesario por lo menos el 50%. Por ello, parece lógico y comedido que al menos la enseñanza en español disponga del 25% de las horas lectivas.
Nadie puede discutir que un correcto dominio de la lengua española es imprescindible para desenvolverse y relacionarse social, cultural, económica, humana y laboralmente por toda España, incluidas Catalunya y Baleares, e importantísimo por su carácter internacional, que no hace falta describir. El problema de nuestro sistema educativo no solo es que no puedan venir médicos, enfermeras y muchas otras profesiones a Baleares por la política lingüística, el problema también es que son los jóvenes de estas islas los que no van a tener más remedio que quedar encerrados en la gran Cataluña por desconocer correctamente el español.
Y no son solamente los hijos de familias castellano parlante, como se suele aducir, sino los hijos de todas las familias de Baleares, sea cual sea su lengua materna y sea cual sea su origen, los que tienen el derecho a recibir una correctísima educación en la lengua común y oficial en toda España, que es el español. Precisamente son los jóvenes de los pueblos del interior de nuestras islas, de familias no castellano parlantes, los que más necesitan de una correcta enseñanza en español. Por supuesto, ello no tiene por qué conllevar el abandono de la otra lengua cooficial, ¿O es que hay quien piense que con el 75% o el 50% de la enseñanza en catalán no se dominaría esta lengua?
Lo que hay detrás del empecinamiento en no aceptar que el 25 % de la enseñanza sea en español, es que las mentes pensantes del pancatalanismo isleño no solamente quieren que los alumnos no dominen correctamente la lengua española, impidiendo que ni tan solo el 25 % de las materias se curse en español, es que sueñan con que no conozcan en absoluto esa lengua. Piensan que si las nuevas generaciones de baleares solo hablaran correctamente el catalán, que si únicamente tuvieran como lengua propia el catalán, que si se comunicaran fluidamente con los catalanes y tuvieran, por el contrario, extrema dificultad para expresarse en español y comunicarse con los otros 45 millones de compatriotas, y sintieran al español como lengua ajena e impuesta, habrían logrado, al fin, que los mallorquines se sintieran como catalanes. La base teórica y estratégica del catalanismo no es solo la exaltación de la lengua catalana, sino el desprecio a la lengua común con el resto de los españoles.
Se entiende perfectamente el empecinamiento de los partidos y entidades catalanistas en arrinconar a la lengua común y en crear generaciones semianalfabetas en español. Se entiende mucho menos que siga esta política el PSOE. Aunque, bien mirado, se comprende la actitud de sus dirigentes por ser la aceptación de las exigencias catalanistas la única manera de alcanzar y permanecer en el poder. Pero no se comprende como los votantes del PSOE no se dan cuenta de que, con esta política del partido al que votan, se atenta gravemente al futuro personal de sus hijos. Sin conocer correctamente el español están gravemente lastrando sus posibilidades futuras, en especial laborales. Desde luego no podrán, como si lo han hecho los emigrantes, o hicieron los padres de los que son ya segunda o tercera generación, circular y asentarse con facilidad y plenitud de oportunidades por el resto del territorio español.
La legislación Balear debería posibilitar la educación en español o en catalán, por cierto, protegiendo como manda el Estatut las modalidades isleñas, y en ambos casos garantizando el dominio de la otra lengua oficial.
La reciente sentencia del TSJB, a raíz de un contencioso interpuesto por PLIS para garantizar enseñanza en castellano en al menos el 25% del horario lectivo, sostiene sin entrar en el fondo, que este tribunal no es competente para decidir un cambio normativo. Por ello, por el bien de todos los jóvenes de nuestras islas, nuestro Parlamento con los votos del PP y de Vox, a los que se debería también sumar los del PSOE y los de los que desean una correcta y equilibrada educación, debe cambiar cuanto antes la normativa de nuestro sistema educativo.









