La gala del Balón de Oro 2025, celebrada en el majestuoso Théâtre du Châtelet de París, quedará marcada para siempre como la noche en que Ousmane Dembélé alcanzó la gloria máxima del fútbol. El atacante francés del Paris Saint-Germain se impuso en la votación mundial, superando a jóvenes prodigios como Lamine Yamal y a figuras consolidadas como Vitinha, para coronarse como el mejor futbolista del planeta.
Una temporada inolvidable con el PSG
El premio no llega por casualidad. Dembélé firmó una de las temporadas más completas de su carrera, liderando a un Paris Saint-Germain que finalmente conquistó su anhelada primera Liga de Campeones. A ese título histórico sumó la Ligue 1, la Copa de Francia, el Trophée des Champions y hasta el Mundial de Clubes, completando un año perfecto tanto para el club como para el propio jugador.
En cifras, el atacante francés brilló con 35 goles y entre 14 y 16 asistencias, siendo decisivo en los partidos más importantes de la temporada, especialmente en la final de Champions, donde su desequilibrio resultó imparable para las defensas rivales.
Palabras de un campeón
Visiblemente emocionado al recibir el trofeo, Dembélé declaró:
«El Balón de Oro nunca fue un objetivo en mi carrera, siempre he preferido trabajar para el equipo. Pero ahora que lo tengo en mis manos, es un momento único, algo excepcional».
El jugador no se olvidó de quienes lo acompañaron en su camino: «Agradezco a mis compañeros, al presidente del PSG, a Luis Enrique que siempre confió en mí, y también a mi familia. En el pasado, el Barcelona me enseñó mucho y tuve la suerte de compartir vestuario con grandes como Messi e Iniesta, que fueron una inspiración».
También tuvo un gesto especial hacia su selección: «Gracias a Didier Deschamps, que me dio confianza incluso en los momentos más difíciles de mi carrera. Este premio también es para Francia».
Reacciones y controversias
El triunfo de Dembélé no estuvo exento de debate. El padre de Lamine Yamal, quien finalizó segundo en la votación, expresó públicamente su malestar:
«Algo muy extraño ha pasado en la votación. Es un daño moral para mi hijo, que merecía el premio», declaró con evidente frustración.
Para muchos analistas, la clave del resultado estuvo en el peso de la Champions League, un título que sigue siendo determinante en la elección del Balón de Oro. Como señaló un columnista de La Razón: «Cuando un jugador es el líder de un equipo que conquista Europa, es muy difícil que no se lleve el galardón».
El significado histórico del premio
El Balón de Oro 2025 no solo es el primer trofeo de este tipo en la carrera de Ousmane Dembélé, sino también un símbolo de superación personal. El delantero, que en el pasado fue criticado por lesiones y falta de regularidad, alcanzó su punto más alto en un momento en que muchos ya no esperaban verlo en la cima.
Además, el premio tiene un fuerte componente simbólico para el Paris Saint-Germain, que ve cómo su gran apuesta en fichajes y paciencia con el jugador finalmente rinde frutos, consolidando a Dembélé como emblema del proyecto deportivo.
Por otro lado, la gala también reconoció al joven Lamine Yamal, quien se llevó el Trofeo Kopa al mejor jugador sub-21, confirmando que el futuro del fútbol europeo pasa por sus botas.
Conclusión
La coronación de Ousmane Dembélé como Balón de Oro 2025 marca un antes y un después en su carrera y en la historia del PSG. El atacante francés no solo rompió con años de dudas sobre su rendimiento, sino que se instaló entre los grandes del fútbol mundial.
Su mensaje fue claro: «Este trofeo es de todos, porque en el fútbol nada se logra solo». Y en París, los aficionados ya sueñan con que este reconocimiento sea solo el comienzo de una era dorada para su club.
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