Los maestros del destino que inspiraron a Roma
La civilización etrusca fue una de las más influyentes en la península itálica antes del auge de Roma. Entre sus muchos legados destaca la práctica de interpretar los signos del cielo, como los relámpagos, el vuelo de las aves o los eclipses.
Los etruscos creían que los dioses enviaban mensajes a través de la naturaleza y que era deber de los sacerdotes descifrarlos. Esta disciplina se conocía como “disciplina etrusca”, y de ella nacieron los augures romanos, que se convirtieron en una figura esencial de la vida política y religiosa en Roma.
De hecho, antes de emprender una batalla, fundar una ciudad o aprobar una ley, los romanos consultaban a estos intérpretes del cielo para asegurarse de contar con el favor divino. Así, el poder etrusco de leer el destino se transformó en un pilar de la cultura romana.
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