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Sudán del Sur se asoma al abismo de una nueva guerra civil tras la imputación del principal opositor

 

✍COINPE/El procesamiento del líder opositor Riek Machar por crímenes contra la humanidad y traición ha roto el Gobierno de unidad en Sudán del Sur, generando un clima de máxima tensión política y riesgo de enfrentamientos armados.

Las autoridades de Yuba han imputado a Riek Machar, hasta ahora vicepresidente primero del país y líder del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán en la Oposición (SPLM-IO), junto a varios de sus aliados, entre ellos el ministro de Petróleo, Puot Kang Chuol. La acusación incluye delitos de traición y crímenes contra la humanidad.

La respuesta del SPLM-IO ha sido inmediata: su dirección ha declarado roto el Gobierno de unidad pactado en 2018 tras la última guerra civil y ha llamado a sus seguidores a movilizarse para impulsar un “cambio de régimen”. El movimiento amenaza con desestabilizar de nuevo al país, sumido en una frágil paz desde la firma del acuerdo impulsado por mediadores regionales.

La situación se agrava por el retraso en la implementación de los compromisos de dicho acuerdo, que contemplaba la unificación del Ejército, la redacción de una nueva Constitución y la celebración de elecciones, objetivos pospuestos en reiteradas ocasiones.

El enfrentamiento tiene además una fuerte dimensión étnica: el presidente Salva Kiir mantiene el apoyo de los dinka, el grupo más numeroso del país, mientras que Machar representa a los nuer, lo que alimenta el riesgo de violencia intercomunitaria.

Organismos internacionales como Human Rights Watch y la misión de la ONU en Sudán del Sur (UNMISS) han reclamado garantías de un juicio justo y alertado sobre un posible uso político del proceso judicial. Analistas advierten de que la crisis podría reavivar el conflicto armado que desde 2013 ha dejado más de 400.000 muertos y millones de desplazados.