El 29 de octubre de 2013, un trágico incendio en el parque eólico Piet de Wit, ubicado en los Países Bajos, conmocionó al mundo. Durante las labores de mantenimiento, dos mecánicos de tan solo 19 y 21 años quedaron atrapados en lo alto de una turbina de 80 metros, sin posibilidad de escapar de las llamas que rápidamente se extendieron por la estructura.
La fotografía final, tomada minutos antes del desenlace, muestra a los jóvenes abrazándose, un gesto de valentía, desesperación y compañerismo frente a una situación imposible. La imagen se convirtió en un símbolo de humanidad y en un recordatorio del riesgo que enfrentan los trabajadores que día a día realizan labores en condiciones extremas.
Con el paso del tiempo, esta fotografía histórica ha sido compartida en todo el mundo como un testimonio visual del sacrificio, la amistad y la fragilidad humana ante la fuerza de la naturaleza y la tecnología.
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