El cielo era su calendario y su guía
Los antiguos mayas no solo fueron grandes constructores, también fueron brillantes astrónomos. Muchas de sus pirámides y templos fueron levantados siguiendo una precisión asombrosa para alinearse con el Sol, la Luna y las estrellas.
En lugares como Chichén Itzá o Uxmal, las sombras proyectadas por el sol en los equinoccios crean efectos visuales que simbolizan serpientes o deidades descendiendo por las escaleras. No era casualidad: los mayas observaban los cielos para predecir estaciones, cosechas y rituales sagrados, y sus templos funcionaban como auténticos observatorios astronómicos.
Cada piedra, cada orientación y cada sombra tenía un propósito. Mirando el firmamento, los mayas buscaban entender su lugar en el universo.
¿Quieres conocer más curiosidades que te sorprenderán? Descúbrelas todas en nuestra sección especial →👉 Sabías Por Qué






