La curiosa evolución de la pelota más famosa del mundo
El balón de fútbol que hoy conocemos, perfectamente esférico y estandarizado por la FIFA, tiene una historia llena de curiosidades. En sus orígenes, no era redondo ni uniforme: se utilizaban vejigas de animales infladas, recubiertas a veces con cuero, que daban como resultado pelotas irregulares y difíciles de controlar.
De improvisación a diseño
En la Edad Media, en Inglaterra, ya se jugaba con balones hechos de vejiga de cerdo envuelta en cuero. Estas pelotas, además de tener un olor poco agradable, eran poco resistentes y terminaban deformándose rápidamente. No fue hasta el siglo XIX, con la invención de la cámara de caucho vulcanizado por Charles Goodyear, que la forma redonda empezó a consolidarse.
El balón que conquistó el mundo
A medida que el fútbol se organizaba como deporte internacional, la necesidad de uniformidad llevó a la creación de balones reglamentados. Con el tiempo, llegaron diseños icónicos como el Telstar de 1970, con su patrón de hexágonos blancos y negros, que se convirtió en el símbolo universal del fútbol.
Hoy en día, los balones están hechos con tecnología de punta, diseñados para precisión, resistencia y aerodinámica, pero su origen humilde nos recuerda cuánto ha evolucionado el deporte rey.
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