🔸 Un remedio natural que los deja como nuevos
Con el paso del tiempo y los lavados continuos, los cubiertos tienden a perder ese brillo característico que los hacía parecer recién comprados. El agua con mucha cal, el jabón de lavavajillas o la simple exposición al aire pueden dejar una fina capa opaca o pequeñas manchas que les restan elegancia.
Antes de recurrir a productos químicos caros o abrasivos, puedes probar este truco casero 100 % natural y económico que devuelve el brillo en cuestión de minutos.
Solo necesitas tres ingredientes que seguro tienes en casa:
- Agua caliente
- Una cucharada de bicarbonato de sodio
- Unas gotas de limón fresco
En un recipiente resistente al calor, mezcla el agua con el bicarbonato y el zumo de limón. Coloca los cubiertos dentro y déjalos reposar unos 10 minutos. Verás cómo el agua empieza a burbujear ligeramente: es la reacción natural que elimina la suciedad y el óxido superficial.
Pasado ese tiempo, frótalos suavemente con un paño de algodón o una esponja blanda, acláralos con agua limpia y sécalos con cuidado.
El resultado es sorprendente: los cubiertos recuperan su brillo metálico original sin esfuerzo y sin dañar el material.
💡 Consejo extra: si quieres mantenerlos relucientes por más tiempo, evita dejarlos húmedos después del lavado y guárdalos siempre bien secos.
✨ Un método ecológico, económico y eficaz que demuestra que los mejores resultados a veces están en los remedios de siempre.
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