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¿Vives o sobrevives?

 

✍ Virginia Quetglas, naturópata diplomada y divulgadora de la alimentación saludable/

Hoy quiero invitarte a una reflexión profunda y muy personal.

¿Cuándo fue la última vez que te levantaste de la cama dando un brinco, lleno de energía, feliz de comenzar un nuevo día? ¿Cuándo fue la última vez que terminaste tu jornada con fuerzas para disfrutar de la tarde o la noche? ¿O la última vez que te miraste al espejo sin ropa y te sentiste orgulloso de tu cuerpo, agradecido por cómo te sentías? ¿Recuerdas la última noche que dormiste ocho horas seguidas, de sueño profundo y reparador?

La mayoría de las personas no viven… solo sobreviven. Arrastran sus días, cansadas, bloqueadas, ansiosas, corriendo sin saber muy bien hacia dónde ni para qué.

Nos levantamos con la alarma perforando el cerebro, tomamos un café rápido y un bollo que alteran el sistema nervioso y elevan la grasa abdominal, seguimos agotados y, al final del día, esperamos solo el momento de volver a la cama. Pero cuando llega, el insomnio nos atrapa. Así pasan los días, las semanas, los años… y eso, definitivamente, no es salud.

Nos hemos conformado con sobrevivir cuando podríamos estar viviendo con plenitud, vitalidad y alegría.

Vivir más no es suficiente

En lugar de buscar una vida más larga, deberíamos desear una vida más saludable, libre de enfermedades y con energía suficiente para disfrutarla. El objetivo no es solo incrementar nuestra esperanza de vida, sino aumentar nuestra esperanza de salud.

Porque nadie quiere pasar los últimos 20 o 30 años de su vida débil, enfermo y esperando a morir, en muchas ocasiones, en una residencia de ancianos o en un hospital. Lo que queremos es envejecer con éxito, con una mente lúcida, un cuerpo fuerte y una vida social activa.

No podemos evitar la muerte, pero sí podemos decidir cómo vivimos mientras llega. Y lo mejor que podemos hacer —por nosotros, por nuestros hijos y por el planeta— es vivir conscientemente, sabiendo que hemos hecho todo lo posible para cuidar este cuerpo que nos sostiene.

La edad depende de ti

Existen tres maneras de medir la edad:

     - Edad cronológica: la que marca el calendario.

     - Edad biológica: la edad real de tus células, órganos y tejidos.

     - Edad psicológica: cómo te sientes y cómo te percibes.

La edad cronológica es fija, pero la biológica y la psicológica son variables.
Podemos rejuvenecer o envejecer biológicamente según cómo comemos, cómo pensamos, cómo dormimos y con quién compartimos nuestra vida.

Y aunque te parezca increíble, el cuerpo puede volverse biológicamente más joven o más viejo según cómo lo tratemos.

Los biomarcadores del envejecimiento biológico

Son indicadores que muestran cómo está envejeciendo tu cuerpo. Si los mantenemos en niveles óptimos, podemos ralentizar el envejecimiento o incluso revertirlo.

Aquí te explico los más importantes:

🧠 Masa muscular:
Mide la cantidad de músculo respecto a la grasa corporal.
👉 Óptimo: masa muscular alta, especialmente en piernas y tronco.
Se mantiene con entrenamiento de fuerza y proteínas de calidad.

💪 Fuerza:
Refleja la vitalidad y funcionalidad del cuerpo.
👉 Óptimo: buena fuerza de agarre (puedes probar apretando un dinamómetro o botella).
La pérdida de fuerza es un predictor directo de mortalidad.

🔥 Tasa metabólica basal:
Energía que el cuerpo gasta en reposo.
👉 Óptimo: metabolismo activo.
Se mantiene con masa muscular, ejercicio y descanso adecuado.

⚖️ Grasa corporal:
👉 Óptimo: entre 20 y 25 % en mujeres, 15 y 20 % en hombres.
El exceso o déficit alteran hormonas y aceleran el envejecimiento.

🫁 Capacidad aeróbica:
Indica la eficiencia del corazón y pulmones.
👉 Óptimo: poder caminar a paso rápido o subir escaleras sin fatiga.

❤️ Presión arterial:
👉 Óptimo: 110-120 / 70-80 mmHg.
La hipertensión daña vasos y acelera el envejecimiento celular.

🍬 Glucosa en sangre:
👉 Óptimo: entre 75 y 90 mg/dl en ayunas.
El exceso de azúcar produce glicación y daña proteínas y tejidos.

🩸 Colesterol total y HDL/LDL:
👉 Óptimo: colesterol total < 200 mg/dl; HDL alto, LDL bajo.
Las grasas de calidad (aguacate, frutos secos, aceite de oliva) ayudan a equilibrarlo.

🦴 Densidad ósea:
👉 Óptimo: densitometría dentro del rango normal.
El déficit de calcio, vitamina D y ejercicio impacta negativamente.

🌡️ Regulación térmica:
👉 Óptimo: temperatura corporal estable.
Su desregulación puede indicar problemas metabólicos o inflamatorios.

🧬 Longitud de los telómeros:
Protegen el ADN y marcan la edad biológica.
👉 Óptimo: telómeros largos (evaluables por análisis especializados).
Se alargan con buena nutrición, sueño y reducción del estrés.

🔥 Marcadores inflamatorios (PCR, IL-6, fibrinógeno):
👉 Óptimo: niveles bajos.
Valores altos indican inflamación crónica, raíz de la mayoría de enfermedades degenerativas.

🧪 Homocisteína:
👉 Óptimo: < 10 µmol/L.
Niveles altos dañan arterias y aumentan el riesgo cardiovascular.

💉 Hemoglobina glicosilada (HbA1c):
👉 Óptimo: < 5.4 %.
Indica tu nivel promedio de azúcar en los últimos tres meses.

⚖️ Hormonas clave (cortisol, leptina, adiponectina, DHEA):
👉 Óptimo: cortisol estable, leptina normal, buena DHEA.
El estrés, el sueño y la grasa abdominal los alteran significativamente.

🧫 Sistema inmune (células T4, virus latentes):
👉 Óptimo: recuento T4 alto y ausencia de virus reactivados (como Epstein-Barr o citomegalovirus).
Un sistema inmune debilitado envejece todo el organismo.

💡 Factor de crecimiento insulínico tipo 1 (IGF-1) e insulina basal:
👉 Óptimo: niveles moderados.
Demasiada insulina o IGF-1 acelera el envejecimiento; niveles bajos lo ralentizan.

El poder de la mente sobre la edad

La edad psicológica es determinante.
Podemos sentirnos viejos a los 40 o jóvenes a los 80. Todo depende de cómo pensamos y qué sentimos.

Una persona mayor puede revivir la juventud al recordar su primer amor, mientras que alguien joven puede enfermar gravemente por la pérdida de un ser querido.
Las emociones modulan la biología, cambian la química cerebral y determinan la velocidad a la que envejecemos.

Por eso, la juventud no se mide en años, sino en energía, propósito y gratitud.

Conclusión:
No importa la edad que marca tu DNI. Lo que realmente cuenta es la edad que siente tu cuerpo y la que habita tu mente.
Cuidarte no es vanidad, es responsabilidad.
Tu longevidad depende casi por completo de ti: de tus decisiones, tus pensamientos y tus hábitos.

Da un paso más

Mañana recibirás en este mismo blog un cuestionario para conocer tu expectativa de vida saludable, con el que podrás descubrir qué tan rápido estás envejeciendo y cómo puedes revertirlo.

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✨ Que el amor, la paz y la salud siempre te acompañen.


📝 La información de este blog tiene fines educativos e informativos. No sustituye el consejo médico profesional. Si tienes alguna condición de salud o tratamiento en curso, consulta siempre con tu médico antes de hacer cambios en tu dieta o estilo de vida.



"Cada entrega será una oportunidad para aprender a cuidarte mejor y descubrir pequeños cambios que pueden marcar una gran diferencia en tu salud y bienestar.

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