Cuando la naturaleza también sufre las consecuencias de la guerra
Cada año, Naciones Unidas recuerda en este día que los ecosistemas son víctimas silenciosas de los conflictos armados. Bosques incendiados, aguas contaminadas, fauna desplazada y tierras convertidas en campos minados son solo algunas de las secuelas que deja la guerra sobre el medio ambiente.
La resolución 56/4 de la Asamblea General, aprobada en 2001, establece esta jornada con el propósito de proteger los recursos naturales incluso en tiempos de conflicto y promover la reconstrucción ambiental como parte esencial de la paz.
Porque la paz no solo se construye con acuerdos entre naciones, también con el respeto a la Tierra que nos sostiene.







