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El país recuerda a las 130 víctimas de los ataques del 13 de noviembre con homenajes en el Stade de France, el Bataclan y las terrazas del centro de la capital
Francia conmemora este jueves el décimo aniversario de los atentados yihadistas del 13 de noviembre de 2015, una de las noches más trágicas de su historia reciente, en la que 130 personas perdieron la vida y más de 350 resultaron heridas en una serie de ataques coordinados en París y Saint-Denis.
El presidente Emmanuel Macron, junto a familiares de las víctimas, supervivientes y autoridades locales, participa en una serie de ceremonias de homenaje que se celebran en los principales escenarios de los atentados: el Stade de France, el Bataclan y las terrazas de los cafés y restaurantes donde se produjeron los tiroteos. En cada punto, se guardará un minuto de silencio y se depositarán flores en memoria de los fallecidos.
Los actos comenzaron a primera hora de la mañana en el Stade de France, donde tres kamikazes se inmolaron durante un partido de fútbol entre Francia y Alemania. Continuaron en el distrito XI de la capital, en los lugares donde los terroristas abrieron fuego contra los asistentes de varios locales, y culminarán esta noche con un homenaje musical y una vigilia frente al Bataclan, la sala de conciertos donde murieron 90 personas durante el ataque más mortífero de la jornada.
Las autoridades francesas han reforzado las medidas de seguridad antiterrorista, con un despliegue especial de policías y militares en los puntos de conmemoración. El Ministerio del Interior ha subrayado que “la memoria de las víctimas y la resiliencia del pueblo francés siguen siendo un símbolo de unidad frente al terrorismo”.
Los atentados de 2015, reivindicados por el grupo Estado Islámico, marcaron un punto de inflexión en la política de seguridad y en la conciencia colectiva del país. Diez años después, Francia recuerda a las víctimas con el compromiso renovado de “no olvidar nunca” y de “defender la libertad y los valores democráticos frente al odio”.
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