Un diseño creado para que escribamos más despacio
Puede parecer extraño que las letras del teclado no estén colocadas en orden alfabético, pero esta disposición —llamada QWERTY— tiene un origen muy práctico… y curioso.
En los primeros tiempos de las máquinas de escribir, las barras metálicas que imprimían las letras solían atascarse cuando se escribía demasiado rápido. Para evitarlo, los inventores decidieron separar las combinaciones de letras más usadas en inglés, de manera que los mecanógrafos no pudieran escribir tan deprisa.
El resultado fue un diseño más lento pero más eficiente y resistente al bloqueo mecánico. Cuando llegaron los ordenadores, el sistema ya estaba tan extendido que se mantuvo por costumbre, aunque hoy en día ya no haya riesgo de que nada se atasque.
Así que, en realidad, seguimos usando un teclado pensado para una tecnología del siglo XIX.
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