✍ El Ciudadano Habla/ FACUA-Consumidores en Acción ha lanzado una advertencia contundente sobre una práctica cada vez más extendida en el sector de la restauración: el cobro a los consumidores por cancelar una reserva. Según la asociación, esta medida puede constituir una práctica abusiva, ya que supone imponer una penalización injustificada por un servicio que no ha sido prestado.
La organización ha detectado un incremento significativo de restaurantes que incluyen cláusulas de penalización en el momento de realizar la reserva, obligando al cliente a abonar una cantidad fija o por comensal si no acude a la hora acordada o si cancela con menos de un plazo mínimo de antelación.
Desde el punto de vista de FACUA, esta práctica resulta desproporcionada y abusiva, dado que en la mayoría de los casos no se acredita un perjuicio real para el establecimiento. Aun así, el consumidor se ve obligado a pagar por un servicio inexistente, ya que no llega a disfrutar de ninguna prestación efectiva por parte del restaurante.
La asociación admite que esta penalización solo podría tener cierta justificación en supuestos muy concretos, como cancelaciones de última hora en reservas de grupos muy numerosos, donde sí podría existir un daño económico demostrable. Sin embargo, advierte de que muchos locales están aplicando estas cláusulas de forma generalizada, sin valorar las circunstancias específicas de cada caso.
FACUA también alerta de situaciones especialmente graves, en las que la cuantía de la penalización es tan elevada que el restaurante podría obtener mayores ingresos por cancelaciones que por los propios clientes que finalmente consumen en el local. A ello se suma un claro desequilibrio entre las partes, ya que normalmente no se contempla ninguna compensación para el cliente si es el restaurante quien no puede garantizar la mesa reservada.
Qué dice la ley
En este contexto, FACUA recuerda que el artículo 87 del Real Decreto Legislativo 1/2007, que regula la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, considera cláusulas abusivas tanto el cobro de cantidades por servicios no prestados efectivamente como la imposición de indemnizaciones que no se correspondan con daños reales. Asimismo, la norma rechaza la retención de importes abonados por el consumidor cuando este renuncia, si no se prevé una compensación equivalente en caso de que sea el empresario quien incumpla.
Denuncias de FACUA
En línea con esta postura, FACUA-Consumidores en Acción ha presentado diversas denuncias contra establecimientos que aplican estas cláusulas. Entre ellos se encuentra el restaurante madrileño El Invernadero, vinculado al chef Rodrigo de la Calle, por imponer inicialmente un cargo de 100 euros a quienes no acudieran o cancelaran con menos de 24 horas de antelación.
Según la asociación, lejos de corregir la situación, el establecimiento habría adoptado una política aún más gravosa, ya que actualmente cobra el precio íntegro del menú por comensal, se preste o no el servicio de restauración. Por este motivo, FACUA ha interpuesto una nueva denuncia ante la Dirección General de Comercio y Consumo de la Comunidad de Madrid.
Además, FACUA también denunció a varios locales del grupo Factoría Serendipia en Sevilla Mariatrifulca, Maquiavelo y La Casa de María por cobrar entre 10 y 20 euros a los clientes que no se presentan o cancelan con menos de doce horas de antelación.
En conclusión, FACUA insiste en que estas prácticas vulneran la legislación de consumo, generan un desequilibrio contractual y suponen un grave perjuicio para los derechos de los consumidores.
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