Cuando la artillería se enfrentó a 4.000 años de historia
En 1798, durante su campaña en Egipto, Napoleón Bonaparte quedó fascinado por las pirámides, pero también las usó como símbolo de poder. Según relatos históricos, uno de sus generales sugirió disparar cañones contra la Gran Pirámide de Guiza para impresionar a las tropas y mostrar la superioridad de la artillería francesa.
Aunque no se destruyeron estructuras mayores, se cree que parte del daño visible en algunas piedras puede deberse a esta acción.
Lo irónico es que, años más tarde, Napoleón se presentaría como un admirador de la cultura egipcia... ¡después de haber intentado demostrar su fuerza con fuego sobre su patrimonio milenario!
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