Los rayos ascendentes: un fenómeno eléctrico tan impactante como poco conocido
Cuando pensamos en rayos, imaginamos una descarga eléctrica que cae desde el cielo hacia el suelo, iluminando el horizonte con un estallido de energía. Sin embargo, existe un tipo de rayo que desafía esa lógica y viaja en dirección contraria: desde la Tierra hacia las nubes. Se trata de los llamados rayos ascendentes o rayos inversos, un fenómeno tan fascinante como infrecuente.
¿Qué es un rayo ascendente?
Los rayos ascendentes se originan en el suelo —o más precisamente, en estructuras muy elevadas como torres, rascacielos o turbinas eólicas— y se propagan hacia el cielo, conectando con las nubes de tormenta. Aunque constituyen solo una pequeña fracción del total de descargas eléctricas que se producen durante una tormenta, su existencia ha sido confirmada y documentada mediante imágenes de alta velocidad y estudios científicos.
Este tipo de rayos no es espontáneo: suelen ser provocados por otro rayo cercano que altera el campo eléctrico atmosférico, generando las condiciones necesarias para que una descarga se inicie desde tierra. En otras palabras, los rayos ascendentes nacen como respuesta a un estímulo eléctrico en la atmósfera.
¿Dónde suelen ocurrir?
Los rayos ascendentes no pueden formarse en cualquier sitio. Se dan con mayor frecuencia en lugares donde existen estructuras muy altas que sobresalen del entorno, como:
● Torres de telecomunicaciones en montañas.
● Edificios icónicos como el Burj Khalifa en Dubái.
● Aerogeneradores en parques eólicos.
● Rascacielos de ciudades como Nueva York, Toronto o São Paulo.
Estas estructuras actúan como “emisores” naturales cuando las condiciones eléctricas son adecuadas. De hecho, algunas instalaciones científicas monitorizan permanentemente estos puntos para estudiar el comportamiento de estos rayos únicos.
Un espectáculo impresionante y revelador
Gracias al uso de cámaras de alta velocidad y sensores especiales, los científicos han podido registrar en detalle cómo se desarrollan estos rayos. En las imágenes, se observa una ramificación inicial que parte desde el suelo y se eleva con rapidez, a veces acompañada de descargas secundarias. Lo que para el ojo humano es un destello, para la cámara es una coreografía de energía.
El estudio de los rayos ascendentes tiene aplicaciones muy prácticas. Contribuye al diseño de mejores sistemas de protección contra tormentas eléctricas, en particular para infraestructuras críticas como aeropuertos, centrales eléctricas o edificios inteligentes.
¿Representan un peligro?
Como cualquier rayo, los ascendentes transportan una gran cantidad de energía y pueden causar daños si impactan en equipos electrónicos, líneas eléctricas o si no se cuenta con una adecuada toma de tierra. Por eso, los ingenieros eléctricos tienen muy en cuenta este fenómeno en zonas donde las condiciones geográficas o climáticas lo hacen más probable.
Los rayos ascendentes nos recuerdan que la naturaleza aún guarda misterios por explorar. Lo que parecía un fenómeno simple —una chispa que cae del cielo— resulta ser un intercambio complejo y dinámico de cargas entre el cielo y la Tierra.
¿Quién iba a pensar que, a veces, la chispa nace aquí abajo y no allá arriba?
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