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Tricampeones de Europa: El Palma Futsal tocó el cielo

 

El Illes Balears Palma Futsal hizo historia y lo hizo a lo grande. El club fundado en 1998 por Miquel Jaume, desde la humildad de Manacor, alcanzó un sueño que parecía reservado a gigantes: ser campeón de Europa por tercera vez consecutiva. Desde el cielo, seguramente, Miquel Jaume no daba crédito a lo que su equipo consiguió: ser el primero en reinar tres años seguidos en el continente.

En la gran final, el Palma Futsal arrasó sin contemplaciones al Kairat Almaty (9-4) en el Antarès Arena de Le Mans, en una exhibición que quedará grabada para siempre. No solo por el resultado, sino por lo que representó: la confirmación de un proyecto bien hecho, sólido y con alma.

Detrás del éxito, la dirección impecable de José Tirado y la maestría de Antonio Vadillo desde el banquillo fueron claves. Vadillo, que había reconstruido casi medio equipo el verano anterior, volvió a levantar una muralla competitiva, demostrando que el talento no siempre necesita grandes presupuestos, sino convicción, trabajo y corazón.

En la pista, Fabinho brilló con luz propia, marcando cuatro goles. A su lado, Rivillos, Gordillo, Machado, Neguinho y Maia también dejaron su huella en una final que los mallorquines dominaron de principio a fin. El Kairat, verdugo del Jimbee Cartagena días antes, solo fue rival en la primera mitad.

Los más de doscientos aficionados desplazados a Le Mans fueron testigos de una gesta que se había empezado a fraguar en las semifinales contra el Sporting de Portugal (0-3). Aquella victoria, construida desde la solidez y el coraje, dio el impulso final hacia la gloria.

Aunque aún queda por disputar la Copa del Rey y la Liga, el Palma Futsal ya puede presumir en esta temporada de haber conquistado la Copa Intercontinental y ahora su tercera Champions League. Un año para el recuerdo.

El encuentro comenzó con intensidad, y Gordillo adelantó a los baleares tras un rechace del portero, con el mismo instinto goleador que había mostrado en semifinales. Aunque el Kairat respondió con fuerza, incluso igualando temporalmente con un gol de Caio Ruiz, el Palma no se achicó.

Machado devolvió la ventaja tras otra jugada colectiva, y Rivillos, con un misil imposible de detener, puso el 3-1. En la segunda parte, Fabinho aprovechó un error rival y marcó desde el centro del campo, desatando la locura.

Después, con dos goles más, también suyos, Fabinho selló su partido más memorable y probablemente uno de los más importantes en la historia del club. El 6-1 fue ya una sentencia. A pesar del intento desesperado del técnico Marlon Velasco, ex del Palma, con portero-jugador, la final ya estaba decidida.

Los goles se sucedieron, incluso con la aparición del capitán Carlos Barrón, como símbolo del club, en el último tramo del encuentro. Fue la fiesta perfecta, el cierre ideal para una noche imborrable.

El Palma Futsal no solo ganó. El Palma Futsal emocionó.

Y como colofón a esta hazaña, hoy los jugadores han sido recibidos entre vítores y emoción por una multitud de aficionados a su llegada al aeropuerto de Palma, demostrando que este equipo no solo levanta trofeos, sino también el orgullo de toda una isla.





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