El calor corporal no solo te hace sudar… también te vuelve más atractivo para los mosquitos
¿Por qué ocurre esto?
Los mosquitos no pican al azar. Son criaturas muy sensibles que utilizan una combinación de señales térmicas, químicas y visuales para localizar a sus víctimas. Y cuando tu cuerpo está más caliente de lo normal, te conviertes en un objetivo claro.
Esto se debe a varios factores:
- Temperatura corporal elevada: Los mosquitos tienen sensores térmicos que les permiten detectar el calor. Si tu piel emite más calor, les resulta más fácil encontrarte, incluso en la oscuridad.
- Aumento del dióxido de carbono (CO₂): Cuanto más caliente estás, más rápido respiras. Esto aumenta la cantidad de CO₂ que exhalas, uno de los principales elementos que usan los mosquitos para detectar a los humanos.
- Sudoración: El calor activa las glándulas sudoríparas. El sudor contiene ácido láctico, amoníaco y otros compuestos que los mosquitos identifican a través de sus antenas. ¡Les encantan estos olores!
- Mayor flujo sanguíneo superficial: Con el calor, tus vasos sanguíneos se dilatan y la sangre circula más cerca de la superficie de la piel, facilitando que los mosquitos lleguen justo donde quieren.
¿Y por qué unas personas parecen más “sabrosas” que otras?
Además del calor corporal, otros factores influyen:
- Grupo sanguíneo: Estudios indican que las personas con grupo O suelen recibir más picaduras que las de grupo A o B.
- Genética: Algunas personas producen más compuestos químicos en la piel que atraen a los mosquitos.
- Color de la ropa: El negro y los colores oscuros atraen más que los claros.
- Perfumes o cremas: Algunos aromas dulces pueden atraerlos, especialmente en verano.
¿Qué puedes hacer para evitarlo?
- Usar ropa ligera y de colores claros que cubra brazos y piernas
- Aplicar repelentes naturales como citronela, aceite de eucalipto o lavanda
- Evitar hacer ejercicio intenso al aire libre en las horas de más calor
- Colocar mosquiteras y eliminar recipientes con agua estancada
- Ducharte si has sudado mucho, para eliminar residuos que los atraen
En resumen: cuanto más caliente y sudoroso estés, más probabilidades tienes de convertirte en el buffet nocturno de los mosquitos. Pero con algunos cuidados sencillos, puedes pasar un verano más tranquilo.
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