Una llamada global a la esperanza y a la vida
Cada 10 de septiembre, el mundo se une en una jornada de reflexión y acción: el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. Una fecha establecida por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) junto a la OMS, con el fin de crear conciencia, reducir el estigma y promover estrategias eficaces que salvan vidas.
El suicidio es una de las principales causas de muerte en todo el mundo, y detrás de cada cifra hay historias, familias y comunidades enteras que sufren. Prevenirlo implica hablar de salud mental, escuchar sin juzgar y recordar que pedir ayuda es un acto de valentía, nunca de debilidad.
Organizaciones, profesionales de la salud y ciudadanos participan en actividades, campañas y gestos simbólicos para recordar que siempre hay una salida y siempre hay alguien dispuesto a escuchar.
Este día es también un recordatorio para todos: una palabra amable, una conversación sincera o un gesto de apoyo pueden marcar la diferencia entre la desesperanza y la vida.
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