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El Gobierno marroquí endurece el tono frente a las manifestaciones tras confirmarse una tercera víctima mortal y promete castigos ejemplares a quienes participen en disturbios
Las autoridades de Marruecos han confirmado este jueves que ascienden a tres los fallecidos en el marco de las recientes protestas juveniles que se han extendido por varias ciudades del país. Las manifestaciones, iniciadas por demandas sociales y económicas, han derivado en episodios de violencia y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
El Ejecutivo marroquí, a través de un comunicado oficial, ha advertido que los responsables de actos de vandalismo, saqueos o daños a bienes públicos y privados se enfrentan a fuertes penas de prisión. Según el Gobierno, estas medidas buscan “preservar el orden público y garantizar la seguridad de los ciudadanos”.
Testigos presenciales relataron que en algunos puntos las protestas se tornaron especialmente tensas, con incendios de contenedores, cortes de carretera y lanzamiento de piedras contra agentes policiales. La respuesta de las fuerzas de seguridad incluyó el uso de material antidisturbios, lo que incrementó la tensión y generó un mayor número de heridos.
La confirmación de una tercera víctima mortal ha aumentado la preocupación social y ha reavivado el debate sobre la gestión de las protestas por parte del Gobierno. Organizaciones de derechos humanos han pedido contención en el uso de la fuerza y una mayor apertura al diálogo con los jóvenes manifestantes.








