-->
Sígueme en Facebook  Sígueme en Twitter Sígueme en YouTube Sígueme en Instagram Sígueme en Telegram Sígueme en TikTok

 


Vidas Invisibles: Los Changpa, los nómadas del Himalaya que caminan con el viento


Un pueblo que sobrevive en los altiplanos helados de Ladakh y el Tíbet, donde el frío muerde y el silencio habla.

Si alguna vez imaginaras un lugar donde el cielo parece más grande que la tierra, seguramente pensarías en el Changthang, un altiplano remoto entre Ladakh (India) y el Tíbet. Allí viven los Changpa, un pueblo nómada que camina con el viento desde hace siglos.

Los Changpa no conocen el calor. Su vida transcurre entre montañas que superan los 4.500 metros de altura, donde el aire es tan frío que corta la piel y tan delgado que respirar cuesta el doble. Y aun así, ellos sonríen. Dicen que el Himalaya es su hogar, que el viento es un viejo amigo y que la nieve es solo otra forma de silencio.

Se mueven con sus yaks y sus cabras pashmina, animales fuertes que desafían las temperaturas extremas. De esas cabras nace la lana más fina y valiosa del mundo: la pashmina. Para los Changpa, no es lujo, es vida. La lana les da abrigo, intercambio, alimento.

Sus tiendas, llamadas rebo, están hechas de pelo de yak y se alzan en mitad del desierto helado como pequeñas sombras negras. Dentro, una simple estufa de estiércol de yak mantiene encendido el calor que no da el sol. Los niños aprenden desde pequeños a recoger agua congelada, a protegerse del viento y a mover el campamento sin dejar rastro.

Son un pueblo que escucha a sus animales, que mira al horizonte antes de decidir si quedarse o partir. Un pueblo que entiende que la vida es movimiento. Para ellos, detenerse demasiado tiempo sería desafiar el equilibrio del mundo.

Pero hoy, su forma de vida está cambiando. El cambio climático derrite la nieve demasiado rápido. Las rutas migratorias se vuelven impredecibles. Los jóvenes, atraídos por las ciudades, abandonan el campamento en busca de escuelas y trabajo. Y cada vez que uno se va, la música del viento se vuelve un poco más sola.

Aun así, cuando llega la noche y las estrellas del Himalaya parecen caer sobre la tierra, los Changpa se sientan junto al fuego. Hablan despacio, escuchan al viento y recuerdan a sus ancestros que caminaron antes que ellos.
Porque, aunque el mundo cambie, hay cosas que permanecen.
Los Changpa siguen avanzando, paso a paso, como siempre lo hicieron.

¿Te ha conmovido esta historia?

Descubre más relatos como este en nuestra sección especial:👉 Vidas Invisibles — Historias reales de pueblos que el mundo no ve, pero que merecen ser contadas.