El Airbus A320 comenzó a tomar forma en 1984, cuando se lanzó oficialmente su programa de desarrollo. A mediados de los años 80, en 1986, la primera unidad ya estaba en fase avanzada de ensamblaje, mientras que al fondo del hangar se preparaba la unidad número dos. Todo culminó el 22 de febrero de 1987, día en que el A320 realizó su primer vuelo, un hito que marcó el inicio de una nueva era en la aviación comercial gracias a la incorporación del sistema de control de vuelo digital o fly-by-wire, una tecnología hasta entonces inédita en un avión de pasillo único.
A partir de ese momento, el proyecto avanzó con rapidez. El avión fue entregado a Air France en 1988, iniciando así sus vuelos comerciales. El éxito no tardó en llegar: su diseño eficiente, su cabina moderna y su versatilidad impulsaron la ampliación de la familia con los modelos A319, A321 y A318, adaptándose a distintas capacidades y necesidades operativas. Esta flexibilidad convirtió al A320 en uno de los pilares del transporte aéreo mundial.
Con el paso del tiempo, el avión incorporó mejoras aerodinámicas como los sharklets, que redujeron consumo y aumentaron autonomía. La evolución más importante llegaría años después con la introducción de la versión NEO (New Engine Option), equipada con motores de última generación que ofrecían una reducción significativa en consumo, ruido y emisiones. Esta modernización impulsó nuevamente al A320 y lo consolidó como una de las plataformas más exitosas de la historia.
Hacia mediados de la década de 2020, la familia A320 superó récords históricos y se convirtió en la más producida del mundo, símbolo de eficiencia, confiabilidad y versatilidad. En la actualidad, sigue siendo un elemento esencial para aerolíneas de todos los continentes, y su legado continúa creciendo gracias a su innovación constante y a una demanda mundial que no deja de fortalecerse.
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