El 8 de diciembre vuelve cada año cargado de memoria. Se cumplen 44 años del asesinato de John Lennon y, sin embargo, su figura continúa ocupando un espacio central en la cultura global, sigue siendo una presencia viva, casi contemporánea.
Más allá del mito, Lennon permanece vigente porque unió música, conciencia social y una mirada crítica del mundo. Y lo hizo con una claridad que hoy, en tiempos de tensión internacional y confusión política, parece más necesaria que nunca.
Aunque la trayectoria de Lennon estará siempre ligada a The Beatles, su obra en solitario lo consolidó como un pensador incómodo, directo, capaz de encapsular ideas complejas en versos universales. En “Imagine”, su himno más recordado, lanzaba un desafío ético más que un sueño utópico: “You may say I’m a dreamer, but I’m not the only one”. La línea, repetida y reinterpretada por generaciones, resume esa mezcla de idealismo y responsabilidad que atraviesa toda su obra.
“All we are saying is give peace a chance” es una consigna que aún resuena en protestas de distintos rincones del planeta, una frase que con el paso de los años se volvió parte del vocabulario universal de la paz.
Fue una voz crítica que incomodaba al poder, su postura le generó tensiones, especialmente en Estados Unidos, donde llegó a enfrentar presiones políticas y un intento de deportación. Hoy, en una era marcada por discursos polarizados y desigualdades persistentes, sus letras conservan un filo que no ha perdido actualidad.
Un legado que trasciende generaciones y una ausencia que habla
Lennon no es solo un músico emblemático, es una referencia ética. Sus canciones nos enseñaron a pensar más allá del ritmo y a escuchar la intención detrás de cada verso.
Si su obra sigue conectando, es porque no ofrece respuestas cerradas, plantea preguntas. ¿Qué mundo queremos construir? ¿Qué lugar damos a la paz, al amor, a la protesta? ¿Qué responsabilidad asumimos como individuos?
A 44 años de su asesinato frente al edificio Dakota, en Nueva York, Lennon continúa ocupando portadas, playlists, murales y homenajes. Su mensaje no se ha diluido con el tiempo, su voz sigue proponiendo una alternativa: pensar, imaginar, cuestionar.
Tal vez por eso, Lennon sigue sonando actual. Porque más que un recuerdo, es una brújula cultural. Una que, desde sus canciones, insiste en recordarnos que otro mundo es posible… si estamos dispuestos a imaginarlo.
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