Ahora bien, como ocurre con otros nombres no contables, admite un plural que se denomina «expresivo» o «estilístico», llamado así porque aporta mayor expresividad o énfasis; este plural está casi exclusivamente restringido a la lengua literaria: «Pero al llegar comprobé que el barrio había cambiado, y con él sus gentes» (Eduardo Mendoza La aventura del tocador de señoras [España 2001]).
Por otra parte, en el español de ciertas zonas de América, especialmente en México y varios países centroamericanos, se usa también gente con el sentido de ‘persona o individuo’, es decir, como sustantivo contable y no colectivo; en ese caso, su uso en plural es obligado cuando se desea aludir a más de una persona: «Alrededor de la tina, en la que podían caber cinco gentes, había muchas plantas» (Ángeles Mastretta Arráncame la vida [México 1985]). En España, en cambio, solo es normal el empleo de gente referido a una sola persona en la expresión buena (o mala) gente, que también existe en el español americano: «Yo soy muy buena gente» (Antonio Gala Los invitados al jardín [España 2002]); «Tato, por su parte, no era mala gente» (Antonio Álvarez Gil Naufragios [Cuba 2002]).
En suma, el plural gentes puede estar justificado por estos dos motivos: o bien es un plural estilístico, o bien es un uso americano, propio de las zonas donde gente es un sustantivo contable y no colectivo, sinónimo de persona.
✍ Real Academia Española
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