✍ Fulgencio Coll Bucher, Militar retirado, Político/
Creo que ya es más que notorio que Pedro Sánchez “el indeseable”, está acabado aunque diga que aguantará esta legislatura y las que hagan falta. Él, su gobierno y partido no tienen la menor credibilidad y son responsables del deterioro general de nuestra democracia. Ya no es un gobierno, ni un presidente, ni un partido político, son una banda muy tóxica.
Están empantanados por la corrupción, con la sumisión a personajes como Puigdemont, Otegui y demás personajes. Un 18 de diciembre de 2019 escribí un artículo “Pedro Sánchez un problema para la seguridad nacional” que provocó cierto revuelo y la sorprendente llamada de una ministra. En dicho artículo decía: A los españoles les preocupa seriamente la situación social y política que, desde hace tiempo, bloquea el país. Existe la amplia percepción de que en el horizonte se forma una tormenta, el Estado afronta un periodo de desgobierno debido a diversas causas que tienen como denominador común un Presidente del Gobierno, en funciones, de actuaciones impredecibles y comportamientos con rasgos de inestabilidad. España está políticamente enferma desde hace años.
La llegada al Gobierno de Rodríguez Zapatero, tras el 11 M de 2004, marcó la involución del ambiente de concordia que había significado la Transición. La legitimidad constitucional se puso en almoneda, su mandato impulsó el regreso al guerracivilismo, propulsó el nacimiento del populismo comunista y dio alas al secesionismo. La desastrosa gestión de la crisis de 2007 dejó a España en bancarrota y el “hecho diferencial” de algunas autonomías se desbordó, inventando los estatutos de “segunda generación” o, lo que es lo mismo, la transferencia de más competencias a las autonomías, lo que iba socavando el diseño estatal de la Constitución.
A lo largo de estos años el sanchismo controla los medios de comunicación, gobierna a decretazo, sin aprobar los presupuestos desde 2023, condiciona los derechos fundamentales de los españoles, en política exterior no defiende los intereses españoles ni siquiera pasan temas cruciales por el legislativo, España ha desaparecido de la esfera internacional democrática, se sitúa con los narco-comunistas bolivarianos. Ha colonizado instituciones como el Constitucional, la Fiscalía General del Estado, Tribunal de Cuentas, el Banco de España, las empresas públicas y asociadas colocando a discípulos incompetentes o corruptos. Ante esta situación debería dimitir y convocar elecciones generales. Una persona normal con un mínimo de ética lo haría, el autócrata Sánchez no lo hará y será la justicia o presiones internacionales los que le harán dimitir.
Ante esta eventualidad los partidos constitucionalistas deberían estar ya trabajando para ganar las elecciones, se puede y se debe preparar una hoja de ruta a corto, medio y largo plazo. Digo largo plazo porque recomponer al Estado llevará varias legislaturas. Primer paso “control de daños”, es decir un análisis de como está España, que hay que hacer para curar las graves heridas. Segundo paso, acciones de inmediata aplicación al mejor estilo “trumpista” para evitar esta descomposición. Tercer paso, “acuerdo de gobierno para los próximos cuatro años” y por último marcar el rumbo a 20 años. Conozco a una gran mujer, valiente, inteligente y con toda la experiencia del mundo que además ha sido una buena ministra, presidente de Comunidad Autónoma, y un largo y envidiable etc. que podría liderar un el proyecto político para “The Day After”.
Tendría que contar con varios grupos de trabajo de personal escogido por los partidos constitucionalistas para elaborar esta hoja de ruta, para analizar diferentes áreas como; Estado de las Autónomas, Economía-Hacienda, Política Exterior, Educación, Sanidad, Seguridad y Defensa, Unión Europea, Industria, Agricultura, Pesca y Alimentación, etc. Debemos demostrar que podemos reconducir la deteriorada situación, garantizando mediante acuerdo seguir esta hoja de ruta y programa elaborado. Por cierto, le recuerdo al Sr, Feijóo que no puede hacer un Rajoy que con mayoría absoluta apenas cambió el rumbo marcado por la izquierda y al final tras la tramposa moción de censura dio entrada al gobierno a un deleznable personaje.
Que se olviden en buscar alianzas de gobierno con el psoe, sería la estupidez política más grande, aunque desafortunadamente ya hemos visto algunas como decapitar en su momento a un extraordinario político como Alejo Vidal Cuadras cuya cabeza pidió el padre de la gran corrupción catalanista, Jordi Pujol.
No podemos repetir errores mortales, hay que tener el coraje necesario para sacarnos del pozo negro en el que nos encontremos y saber que la izquierda y separatistas cuando pasen a la oposición tratarán de incendiar la calle. Si el Sr. Feijóo no tiene los arrestos necesarios, que ceda el paso a otro o a otra que sea capaz de hacerlo. Yo lo conozco, ustedes también. Los partidos que concurran a estas elecciones deben decir, vamos a por la mayoría absoluta y si no la consigo pactaré con los partidos que quieren garantizar el mejor futuro y la igualdad entre los españoles. No dudar en decir que lo primero será garantizar los intereses de España y después los demás. Alguien nos diría "we must be ready to fight the devil”, nosotros podemos decir que lucharemos para recomponer lo que han roto, que no es más ni menos “garantizar el mejor futuro de España”.









