A menudo criticamos las formas y las maneras de vivir de otras culturas y de otras gentes o etnias, pongo por caso la etnia gitana, pero nos olvidamos de que para ellos los viejos los abuelos y abuelas son su referencia, su razón de vivir. No veréis a ningún gitano o gitana llevar a sus abuelos a una residencia, los cuidan, los miman, les quieren y lo que es más importante para ellos, les respetan.
Por eso el relato de hoy lo quiero dedicar a los abuelos adelantándonos a su día que será el 26 de julio.
Día del Abuelo.
Abuelo, que estás en el cielo como aquí en la tierra, aunque la tormenta arrecie, eres madero que flotas en la más inmensa soledad incomprendida, en abandono inútil, residente en un hogar que no es el tuyo.
También esa manta que te adjudicaron, la guardo impaciente a quién te la dio, no se acuerda nadie de tu vida, una vida ayudando siempre.
Ya ves, una vida ayudando siempre, y tan solo un día para recordar, tu arado en la tierra, tus manos cuajadas, tus besos y tus ánimos, tal vez una guerra, que no querías contar, o las horas que te dejabas en silencio frente a la mar, esa mar que si te entendía.
Me duele en el alma, la hipócrita idea, de un homenaje de tan solo un día, a cambio de tantos que disteis para levantar un país de las cenizas de una guerra inútil.
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