En 2025, el presupuesto de defensa de Estados Unidos alcanzará casi un billón de dólares, representando el 3,4% de su PIB. Este incremento refleja la prioridad que la administración estadounidense otorga a la seguridad nacional y su compromiso con la modernización de sus fuerzas armadas.
En contraste, los países europeos miembros de la OTAN y Canadá han incrementado sus gastos en defensa, alcanzando un promedio del 2% de sus PIBs. Este aumento es resultado de los compromisos adquiridos en cumbres anteriores de la OTAN y la creciente percepción de amenazas geopolíticas.
España, en particular, ha planificado una reorganización del presupuesto para incrementar en al menos 3.500 millones de euros el gasto en defensa este año, con el objetivo de alcanzar el 2% del PIB antes de 2029. Este aumento se destinaría a programas de modernización militar y tecnologías de defensa y seguridad.
Además, la Unión Europea está explorando nuevas fuentes de financiación para su reindustrialización y aumento del gasto en defensa. Una propuesta reciente sugiere implementar una tasa del 2% a las fortunas superiores a 100 millones de euros, lo que podría recaudar 67.000 millones de euros anualmente. Estos fondos se destinarían a programas de reindustrialización, transición energética y fortalecimiento de las defensas europeas.
Este panorama refleja una tendencia global hacia el incremento de los presupuestos de defensa, impulsada por la necesidad de modernizar las fuerzas armadas y responder a las crecientes amenazas internacionales.
0 Comentarios