A pesar de la significativa reducción de armas nucleares desde el fin de la Guerra Fría, el mundo aún alberga más de 12.000 ojivas nucleares distribuidas entre nueve países. Según datos del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), en enero de 2024 existían aproximadamente 12.121 cabezas nucleares, de las cuales unas 9.585 estaban almacenadas para uso potencial. De estas, se estima que 3.904 estaban desplegadas en misiles y aviones, 60 más que en enero de 2023.
Distribución global de ojivas nucleares
Los arsenales nucleares están concentrados principalmente en dos superpotencias:
-Rusia: 5.580 ojivas
-Estados Unidos: 5.044 ojivas
Estas cifras representan aproximadamente el 84% del total mundial. Otros países con capacidades nucleares incluyen:
-China: 500 ojivas
-Francia: 290 ojivas
-Reino Unido: 225 ojivas
-India: 172 ojivas
-Pakistán: 170 ojivas
-Israel: 90 ojivas
-Corea del Norte: 50 ojivas
Estas cifras reflejan estimaciones basadas en fuentes abiertas y pueden variar según las evaluaciones de diferentes organismos.
Modernización y expansión de arsenales
A pesar de los tratados de desarme y reducciones anteriores, todos los Estados nucleares están comprometidos en la modernización de sus arsenales. La Federación de Científicos Estadounidenses (FAS) ha señalado que, en lugar de planificar el desarme, estos países parecen decididos a mantener grandes arsenales en el futuro, modernizando sus fuerzas nucleares y comprometiéndose a conservarlas indefinidamente.
China, en particular, ha mostrado un notable crecimiento en su capacidad nuclear, desarrollando más tipos de armas que nunca antes. Este aumento ha generado preocupaciones globales sobre la proliferación y el acceso a tecnología nuclear por nuevos actores.
Riesgos y tensiones geopolíticas
El riesgo de uso de armas nucleares ha alcanzado niveles comparables o superiores a los de la Guerra Fría. La modernización y expansión de arsenales, junto con amenazas abiertas de países como Rusia y Corea del Norte, han incrementado la probabilidad de una confrontación nuclear.
Aunque existe apoyo internacional al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, las potencias nucleares aún no lo han suscrito, lo que subraya la falta de compromiso con un verdadero camino hacia el desarme.
Conclusión
La persistencia y modernización de los arsenales nucleares reflejan una tendencia alarmante en la seguridad global. A pesar de los esfuerzos por reducir el riesgo, las principales potencias continúan fortaleciendo sus capacidades, elevando las tensiones y el peligro de un conflicto irreversible.
Es imperativo que la comunidad internacional actúe urgentemente para detener esta carrera armamentista y evitar un desastre nuclear sin precedentes.








