✍️ Silvia Pérez — Subdirectora, sanitaria, terapeuta de animales y especialista en dietética y nutrición/
Primera entrega
La menopausia no es una enfermedad, es una etapa más de la vida.
La menopausia es una etapa natural en la vida de las mujeres, marcada por el fin de la menstruación y los cambios hormonales que eso implica. Pero aunque todos oímos hablar de ella, pocas veces nos explican realmente qué es.
Y sobre todo, casi nunca se nos dice algo fundamental:
no todas la mujeres la vivimos igual.
Hay quienes pasan por ella sin apenas notarlo. Y hay quienes sienten que su mundo se pone patas arriba: sofocos, insomnio, ansiedad, cansancio, cambios de humor...
Son experiencias diferentes. Y eso también hay que normalizarlo.
La menopausia no ocurre de un día para otro. Comienza con la perimenopausia, una fase de transición que puede durar varios años. Ahí es cuando empiezan a notarse los primeros síntomas. La menopausia “oficial” llega cuando llevamos 12 meses sin menstruación, y a partir de ahí comienza la posmenopausia.
Es un proceso. Un cambio. Un nuevo ritmo.
Y como todo cambio, se vive mejor cuando se entiende.
Por eso estamos aquí: para hablar sin miedo, sin vergüenza y con la información que de verdad importa, y para entenderlo mejor, como toda casa sólida empieza por una buena base, empezaremos hablando de la Perimenopausia
¿Qué es la perimenopausia?
Es el período de transición previo a la menopausia, en el que el cuerpo comienza a experimentar cambios hormonales, especialmente una bajada progresiva de los niveles de estrógeno y progesterona.
Puede empezar años antes de que desaparezca la regla por completo: en algunas mujeres, a partir de los 40; en otras, incluso un poco antes o incluso después.
¿Cuánto dura?
No hay una regla fija. En general, la perimenopausia puede durar entre 4 y 10 años, y sus síntomas pueden aparecer de forma intermitente o constante. No hay un cronómetro biológico igual para todas.
¿Cómo se suele manifestar?
Lo más habitual es que los ciclos menstruales se vuelvan irregulares, más largos o más cortos, y que empiecen a aparecer síntomas como:
● Sofocos o sudores nocturnos
● Cambios de humor o irritabilidad
● Cansancio o dificultad para concentrarse
● Trastornos del sueño
● Disminución del deseo sexual
● Sensación de hinchazón o aumento de peso
● Cambios en la piel o el cabello
Pero —y esto es importante— no todas las mujeres experimentan lo mismo, ni con la misma intensidad.
Algunas apenas notan nada. Otras sienten que su cuerpo y su mente están dando un giro completo.
¿Qué podemos hacer?
Lo primero es reconocer lo que está ocurriendo y no restarle importancia.
La perimenopausia no es una crisis, pero sí un momento de cambio. Y como todo cambio, necesita ser acompañado con información, cuidado y paciencia.
Si no dormimos bien, buscar alternativas para ello,, moverse más, revisar la alimentación, observar el estado emocional, y consultar con profesionales cuando sea necesario… son pasos clave para transitar esta etapa de forma más consciente y amable.
Os esperamos el próximo jueves, porque entender lo que nos pasa es el primer paso para vivirlo mejor.
Importante: si estás tomando medicación o tienes alguna condición de salud, es recomendable consultar antes con un profesional.
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