Civismo Real/
No es una sugerencia. Es una norma.
Cuando un peatón cruza por un paso de cebra, tiene prioridad. Siempre.
Sin embargo, cada día vemos cómo los coches frenan tarde, aceleran, o directamente no se detienen. ¿Tienen prisa? ¿No ven? ¿O no quieren ver?
El civismo real no se mide por discursos, sino por gestos pequeños.
Frenar ante un paso de peatones no solo es cumplir la ley. Es respetar la vida, el tiempo y la dignidad de la otra persona.Y si eres peatón: cruza por donde debes, no entre coches, no a toda prisa ni mirando el móvil. El civismo es un pacto de convivencia, no una excusa para el caos.
Respetar las normas no es de tontos. Es de personas responsables.
Porque vivir en sociedad no significa solo coexistir. Significa respetarse.
Encuentra más historias inspiradoras y hechos reales sobre civismo en 👉 Civismo Real








