✍COINPE/La coalición gobernante pierde el control de la Cámara Alta, pero Shigeru Ishiba insiste en seguir al frente del Ejecutivo
El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, ha confirmado que no dimitirá pese a la grave derrota sufrida por su partido, el Partido Liberal Democrático (PLD), en las elecciones a la Cámara Alta del Parlamento. Las proyecciones indican que el bloque formado por el PLD y su socio Komeito quedará por debajo de la mayoría, lo que limita su capacidad de acción legislativa y agudiza la crisis política.
Según los primeros resultados, la coalición oficialista lograría entre 32 y 51 escaños, por debajo de los 50 necesarios para mantener el control. Esta caída se suma al revés sufrido en la Cámara Baja en octubre, y evidencia el creciente descontento social por la inflación, el encarecimiento de la vida y la falta de reformas económicas visibles.
A pesar del panorama adverso, Ishiba ha declarado que continuará en el cargo: “Asumo mi responsabilidad, pero seguiré liderando el Gobierno”. Con esta decisión, busca preservar la estabilidad en medio de negociaciones clave con Estados Unidos sobre los aranceles al automóvil japonés, cuyo plazo vence el 1 de agosto.
No obstante, desde el interior del PLD ya se escuchan voces críticas que exigen un relevo en el liderazgo. La posibilidad de una moción de censura en la Cámara Baja también gana fuerza, aunque por ahora no parece tener apoyo suficiente.
Mientras tanto, la oposición capitaliza el momento y se afianza como alternativa electoral, gracias a un discurso centrado en la recuperación económica, las ayudas fiscales y la transparencia institucional.
La derrota del PLD en el Senado podría marcar un punto de inflexión en la política japonesa y abrir una etapa de inestabilidad parlamentaria si el Ejecutivo no logra consensos con otros grupos para aprobar leyes clave.








